Dos relatos casi listos y no sabía cuál publicar. Hubiera podido terminar cualquiera, porque los dos los amo. No obstante, mi Semana Santa en Caracas fue taaaaan espectacular, que decidí hacer un alto en ambos y tomarme un ratico para describirla. Luego pensé que, si el Espíritu Santo me estaba inspirando a escribirlo, también querría que lo compartiera. Y como las cosas en calientico son mejor, hoy es el día. No tengo la menor idea de cómo resultará, si será motivador o no, si lo será para católicos practicantes, para los no practicantes o para no creyentes. Lo único que sé es que, para mí, fue revelador, que después de tantas Semanas Santas en mi vida, pudiera vivir esta, tan sencilla, pero con tal fervor; a pesar de no haber asistido a la procesión del Nazareno, tradición tan arraigada, de la Semana Mayor en Venezuela. Fueron unos cuantos días y ya han pasado varios. S eguramente olvidé mil detalles, pero lo que describo a continuación, fue lo que me movió y se qu...