Fueron unos cuantos días y ya han pasado varios. Seguramente olvidé mil detalles, pero lo que describo a continuación, fue lo que me movió y se quedo en mi corazón. Tal vez algunos datos parecen solo de forma, pero si los encontré relevantes, sin que me quede la menor duda, es porque le dan vida y fuerza al fondo y a la verdadera esencia.
DOMINGO
DE RAMOS.
Misa de 8:00 am en Santo Tomás Apóstol en La Trinidad, iglesia a la que acudo con frecuencia, mi parroquia. Celebración espectacular para iniciar con ella la Semana Santa. La entrada del sacerdote con el diácono y los monaguillos por el pasillo central, mientras los fieles agitábamos las palmas, al compás de la música de alabanza en vivo, reconozco que me emocionó muchísimo. Se que sonará como si era primera vez que asistía a una misa de domingo de Ramos, pero no, he asistido a miles, solo que esta, en particular, ciertamente me trasladó a la entrada de Jesús en Jerusalén, montado en su burrito, mientras la muchedumbre, batiendo ramas de olivo, lo alababa gritando “Hosanna, hosanna al que viene en nombre del Señor”. Fue una celebración, sencillamente hermosa y muy sentida.
LUNES
SANTO.
Misa
en la Iglesia La Ascensión del Señor en Cumbres de Curumo a las 11:00 am. Control
del aforo con números, pocas personas en cada banco y un equipo de señoras
uniformadas con pantalón negro y camisa blanca, encargadas de la organización;
todo impecable.
Amé estar en esa Iglesia a la que tenía tanto tiempo sin ir, iluminada, ventilada, con unos vitrales preciosos, a cuyas misas asistí durante tantos años; donde mi hijo Gonzalo fue monaguillo, muy formal por cierto, jaja, cuando el párroco era el padre Porras; y mi hija Gisela, en la misa de los niños, aprendió la oración que respondemos los fieles en el ofertorio: “El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza…” , con un sacerdote muy entusiasta, que creo era el párroco en aquella época, cuyo nombre no logro recordar, solo se que gesticulaba con las manos en cada frase de la oración, para que los niños se la aprendieran, alzaba los brazos, subía las manos, como mímica, pero simultáneamente con las palabras que iba recitando.
Vinieron
a mi memoria, el Bautizo y la Primera Comunión de mi ahijado David. También los
novenarios de mi suegra Gisela y de mi cuñada Gabriela, amadísimas las dos, sin
olvidar otros, pero estos en particular, no solo porque ellas fueron muuuuy
especiales para mí, sino porque ambas partieron temprano a su encuentro con
Papá Dios; al menos para sus seres queridos, resultaron muy adelantadas sus
partidas.
La misa fue muy bonita, oficiada por el párroco. Un coro bello de la tercera edad, con guitarra, acompañó la celebración; lo cual me encantó y me pareció muy apropiado, ya que la misa era para la tercera edad, porque incluía Unción de los enfermos, sacramento que me emocionó mucho recibir; nunca pensé que eso me pasaría, pero así fue, ojitos aguados y piel de gallina; además fue muy lindo recibirla con Gonzalo y con mi cuñada Diana. Maravilloso lunes de la Semana Mayor.
MARTES SANTO.
Misa de 5:00 pm en la Iglesia Santo Tomás Apóstol de La Trinidad. Homilía del diácono, muy elocuente y apropiada para el tiempo litúrgico. Me conmovió mucho la actitud de respeto del párroco, con la cabeza baja, escuchando atenta y humildemente las palabras del diácono... imágenes que se quedan en el corazón. No mucho más que contar de esta misa en particular, pero muy feliz, porque como siempre, salí de esa Iglesia con el corazón lleno, con una enseñanza moral y la firme intención de ser mejor.
MIÉRCOLES SANTO.
Misa de 5:00, en la Ascensión del Señor en Cumbres de Curumo. Celebración del Nazareno, muy linda, oficiada por el Obispo auxiliar de Caracas, concelebrada por el párroco. La actitud humilde y sencilla del Obispo y su homilía, dejaron una huella bonita en la ceremonia. En sus palabras, hizo referencia a la pandemia que nos ha golpeado, y luego al poema de Andrés Eloy Blanco: “El limonero del Señor”, inspirado en la historia del primer gran milagro del Nazareno de San Pablo, el que la tradición popular ubica entre 1696 y 1697, en una Caracas aquejada por una terrible epidemia de fiebre amarilla.
JUEVES
SANTO.
La
mañana del jueves disfruté de una entrevista de dos horas, vía zoom, con una
persona extraordinaria, inspiradora, que me mostró experiencias aleccionadoras
y me dejó mensajes sencillos pero muy profundos; un rato riquísimo, como para
extenderlo, pero no daré detalles, porque es mi próximo relato. Fue perfecta para Jueves Santo, porque la caridad impregnó el momento.
Misa de 5:00, en Santo Tomás Apóstol de La Trinidad. Última Cena del Señor con sus apóstoles, institución de la Santa Eucaristía y del Sacramento del Orden sacerdotal. Inicio del triduo pascual. Durante la ceremonia, el sacerdote lava y seca los pies de 12 hombres, sentados en diversos puntos del templo, recordando lo que hizo Jesús con sus apóstoles antes de cenar. Homilía espectacular del Padre Porras, muy sentida, tal vez la más sentida que le he escuchado, porque se refirió con mucha ternura y de forma sublime, al significado del sacerdocio, a la responsabilidad y a la implicación que tenía para la vida de cada uno de ellos, ser sacerdotes. Recordó la importancia de celebrar cada misa, como si fuera la primera, la última y la única. Jueves Santo, inolvidable.
VIERNES
SANTO.
SÁBADO
DE GLORIA-DOMINGO DE RESURRECCIÓN.
Vigilia
Pascual de 7:00 a 9:00 pm del viernes. Celebración realizada en el estacionamiento de la
La misa fue una celebración preciosa, dentro de la austeridad propia de la situación que se vive en Venezuela, pero con la majestuosidad que amerita el fundamento de nuestra fe y, por ende, la celebración más importante de la Iglesia católica: La Resurrección de Jesucristo. Impecable y puntual desde el inicio hasta el fin. El nutrido grupo de colaboradores de Emaús, fue crucial para lograr la organización perfecta en cada parte de la misa, iniciando con la bendición del fuego y del agua. Los lectores, magníficos todos, voces altas y claras, pronunciación y entonación perfectas y el sonido excelente. La homilía, hermosa, llena de fe, esperanza y alegría genuina y contagiosa. El momento de la Comunión, mejor organizado, imposible. Toda la celebración estuvo permeada de un ambiente festivo, propio del acontecimiento más importante de la Iglesia, sin perder nunca el fervor ni el respeto por lo sagrado.
Cerró el Padre Porras, afirmando que el próximo año, Dios mediante, la Vigilia será de 11:00 pm a 1:00 am, como se hizo siempre antes de la pandemia, para que sea una verdadera vigilia. Después de la bendición final, con todo y el cansancio que tendría, luego de esa larga semana y de ese día tan intenso, se ubicó estratégicamente por donde saldría la mayoría de los fieles para saludarlos, y con la alegría y el entusiasmo que lo caracterizan, ofrecerles, personalmente, una Feliz Pascua. A nosotros, que nos conoce bien, nos despidió, entre orgullo y risas, afirmando que ese era el único acto multitudinario al que asistía Gonzalo, mi esposo, jajaja... y muy seguro de que no se equivocaba.
Sin fanatismos, nuestro querido párroco de Santo Tomas Apóstol, el padre Carlos Porras Miranda, es todo un personaje, “maestro de ceremonia” y “director de orquesta”, auténtico, sincero, directo, respetuoso y con un fino sentido del humor… es el responsable final de que el resultado de estos días y de muchísimos otros en esta y en otras parroquias por las que ha pasado, haya sido “de primer mundo”, como él mismo suele calificar a las cosas bien hechas, óptimas y de calidad. Cuenta con un súper equipo de colaboradores, al que valora y agradece con frecuencia, aunque él no pierda detalle y lo tenga siempre todo bajo control. Verdaderamente, da gusto observar el ambiente, la actividad y la vida de la parroquia, así como lo pulcro e impecable de todo lo que se lleva a cabo en ella.
El
padre Carlos ama la armonía y la perfección, en el mejor de los sentidos, dentro la sencillez, más aún, cuando se trata de las cosas de Papá Dios. Es muy terrenal y enfatiza siempre
la importancia de cultivar y practicar las virtudes, especialmente el respeto y
todas aquellas que ayudan a fortalecer las relaciones humanas. Su capacidad de
síntesis es un don del que sabe extraer el mayor provecho; sus homilías no tienen
desperdicio, el mensaje es concentrado, completo, preciso y oportuno. No recuerdo haber salido de una misa celebrada por él, sin una semillita buena sembrada en mi corazón. Es
querido y respetado por la comunidad, porque es un gran sacerdote, un excelente
ciudadano y un extraordinario ser humano. ¡Que Papa Dios le bendiga siempre!
¡Gracias Papá Dios, por convertir el simple y humilde cumplimiento, con amor, de un precepto, en un regalo tan grande! y... ¡Feliz Pascua de Resurrección para todos!
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Sígueme en instagram @mabrelatos, donde estaré compartiendo "Goterito de fe", los martes; novedades de «Casita del Pan» los jueves y "La tinta de mi pluma", los sábados, recordando allí, los días de publicación en este blog, que son los segundos y cuartos sábados de cada mes.
¡Nos vemos el 14 de mayo, Dios mediante! ¡Gracias por leerme y acompañarme!
Maucha.
Caracas,
23 de abril de 2022
Cada día que nos regala el señor viene cargado de vivencias que nos nutren para fortalecer nuestro espíritu y son testimonio fiel de su existencia y de su amor incondicional hacia nosotros .
ResponderBorrarQuerida Mau sin temor a equivocarme ratifico que tú manera de narrar me encanta, he vivido una vez más el inicio y culminación de una extraordinaria Semana Santa, para regocijo mío gracias a Dios la he vivido dos veces , la primera al igual que tú en mi hermosa Capilla de Nuestra Señora de Loreto donde hubo día a día momentos llenos de reflexión , perdón , llanto , alegría etc un sin fin de emociones que nos acercan a Dios y nos permitieron sanar y tomar fuerzas para continuar haciendo más fuerte nuestra fe. La segunda la acabo de vivir al leer tu extraordinaria narrativa, sentí que volvía a presenciar todo el proceso de pasión ,muerte y resurrección de mi amado papá Dios.
Gracias por compartir tu experiencia que unida a la mía me hacen ser amas ferviente seguidora de Cristo.
Dios te bendiga , FELICITACIONES!!!
Graciasssssss Elia querida por tu sensibilidad y palabras tan emotivas. ¡Dtb!
BorrarMis días no tan claros, durante esta semana mayor se vieron acompañados también de la presencia inexplicable de Dios nuestro señor y la humildad y paciencia de nuestra Madre María. Regularmente comparto esta semana con mi familia en la parroquia Nuestra señora del Rosario en mi pueblo natal, pero por motivos ajenos a mi voluntad estuve en casa, pude visitar por impulso involuntario la iglesia Dulce Nombre de Jesús en el casco colonial de Petare, donde llegue llevada de la voluntad de Dios a la misa de Unción de los enfermos y pude recibir este sacramento... Tan necesitado en estos momentos de vida!. Así mismo el día del Nazareno fui a misa de once tan hermosa y aleccionadora como motivadora y reconfortante, acompañada de las imágenes del Nazareno, la Dolorosa y el Cristo de la humildad y paciencia hermosos ejemplos a seguir. Dios nos invita a creer en su bondad y la omnipotencia de su presencia en nuestras vidas, creo firmemente en Él y en su gran misericordia. Muy agradecida con usted por compartir sus experiencias de vida, estás me ayudan a dar testimonio de las mías porque me permiten ver la presencia de Dios en mi vida" Bendiciones para su vida Sra. María Eugenia!
ResponderBorrarSin palabras, mi Luisa queridísima. Gracias por ser tan especial. Contigo, siempre, siempre.
BorrarComo siempre, leer sus relatos me lleva a sentir que estamos allí. Leer cada palabra me hace revivir cada momento que pude vivir años anteriores. Su descripción del Padre Porras no podría ser mejor, tan ordenado, perfeccionista y cuidando siempre cada detalle, muchos años compartiendo está fecha en ese lugar donde tuve la bendición de casarme y bautizar a mis hijas.
BorrarYo, agradecida con Dios, pude compartir esta Semana Santa con mi familia en mi Parroquia San Francisco de Sales y al igual que uds. siento que fue una semana de muchos sentimientos y aprendizajes.
¡Dios la bendiga!
Que emoción leerte Rosita querida. Gracias por tus palabras. Me encanta compartir contigo tantas vivencias.
BorrarComadre! Realmente una completa y muy espiritual reseña de la Semana Santa vivida por su persona y el amigo Gonzalo. Un recorrido además, que me llevó por las Semanas Santas en la disfrutamos vivir visitando y asistiendo a los centros vivientes de la Santa Iglesia de la que somos miembros del cuerpo místico de Cristo, con la generosa misericordia de nuestro Dios quien nos hace uno, junto con todas las oportunidades de mejora en esta vida de aprendizaje sobre la verdadera felicidad. El Amor incondicional y compasivo. Aleluya!
ResponderBorrarGracias compadre, por tus palabras tan bellas y sentidas... siempre tan especial... seguimos en este caminito.
ResponderBorrarQuerida Mau !!
ResponderBorrarCon la tremenda emoción que me dan tus relatos, debo confesarte que éste por excelencia me ha movido los más nobles sentimientos y recorrí contigo hoy, sentada en mi propia casa, de la manera más piadosa y fervorosa la Semana Mayor de este año .
Me conmovió mucho la manera tan natural, sencilla y profunda con que describes cada detalle, el marco físico y espiritual de cada lugar, los actos conmemorativos de cada dia, la personalidad del Padre Porras… fue un conocer lugares que no he frecuentado pero los sentí tan cerca de mi corazón … le doy gracias al Señor por ti y pidiendo al Espíritu Sant te siga iluminando con esa llama de fe que transmites con tanto fervor y autenticidad…
Gracias Mau y con la emoción de seguir leyendote siempre y haciendo que muchos corazones disfruten y aprendan con tus relatos.
Dios te bendiga siemore!!
Eres demasiado especial mi Mari T, queridísima. Gracias por tanto.
BorrarGracias mi queridísima Maucha. Que bello escribes, con ese gusto por transmitir la vivencia de la experiencia recibida. Es hermoso esa simpleza que inspiras con ese profundo sentido. Gracias 🤗
ResponderBorrarHermoso relato de tus vivencias en Semana Semana, tan bien narrado que lo viví completamente, Dios te bendiga Mau, te quierooo
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