¡FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO! Y aquí voy yo, otra vez. No estaba en mis planes publicar hoy de nuevo en el blog, pero quise hacerlo breve en Instagram y resulta que me emocioné, me extendí y no me dejó publicarlo completo. Para que una homilía se quede en el corazón y en la mente de los fieles como alimento para toda la semana, hasta ser renovada con la del domingo siguiente, en mi humilde y respetuosa opinión, debería ser breve (8 min. dice el Papa), concisa, concreta y explicar la forma de vivir las lecturas en la vida cotidiana. En caso de ser lo contrario, que conste que NO es que yo diga o piense: "que fastidio, ese padre sí habla". NO, no se trata de eso. Mi preocupación es que no nos llevemos nada de la homilía como alimento para la semana, que acompañe la recepción de la sagrada comunión (sacramental o espiritual). La homilía del padre Porras de ayer en la misa de 6:00 pm, en Sta. Paula, correspondiente a la misa dominical, fue exactamente eso... un mensaje sin desperd...