Sito
y Paquita, que ya tenían un hijo, comenzaron a comparar y a notar que algo no
estaba bien con el crecimiento y peso de Blanca. Con tan solo cuatro meses de
nacida, un pediatra de Valladolid la atendió en estado de deshidratación y
luego de muchos exámenes, le diagnosticó una “enfermedad rara” denominada
MUCOVISCIDOSIS, conocida hoy como FIBROSIS QUÍSTICA.
Blanca
se considera muy afortunada porque su enfermedad fue detectada temprano, pudo
ser atendida a tiempo y eso le ha permitido, dentro de su control, limitaciones
y tratamiento, hacer todo aquello que ha soñado; ha tenido una vida
normal y ha contado con los mejores médicos.
Blanca tiene la mutación más grave de la enfermedad, que es la que ataca la respiración y la digestión. Todo organismo posee cloro y unos canales que lo conducen. En el caso de Blanca, estos canales están obstruidos y el cloro no pasa de forma natural. No podía expulsar las mucosas y esto generaba infecciones respiratorias constantes, una tras otra. El tratamiento consistía en dietas y terapias respiratorias, con técnicas que médicos y fisioterapeutas le enseñaban y ayudaban a practicar.
La disciplina de sus padres durante su infancia en relación a su tratamiento, fue determinante en el proceso y evolución de su enfermedad, y cada vez valora y agradece más, la naturalidad con la que lo manejaron siempre, porque psicológicamente, la ayudó muchísimo.
A
los 16 años vivió su primer ingreso hospitalario de 21 días, para recibir un
ciclo normal de antibióticos intravenosos, lo cual vivió en repetidas
oportunidades.
Mientras estudiaba en la Universidad de Valladolid, formó parte de voluntariados en centros de niños con condiciones de exclusión social. Desde que llegó a vivir a Cantabria, ha trabajado como voluntaria en diversas organizaciones, como Luchamos por la vida, Cohete Team, y en AMICA, que es la asociación de minusválidos de Cantabria, donde hizo una práctica de tres meses.
Llegó
a vivir a Cantabria con 23 años. Se sentía súper afortunada porque se graduó en
junio de 1999 en Valladolid y en enero de 2000 comenzó a trabajar formalmente
en AMICA, donde ocupó varios puestos, en un centro de día. El primer trabajo
fue con personas con daño cerebral, lo cual representaba un esfuerzo físico
significativo para ella, nada recomendable en su condición. El director del
centro tenía un hijo con la misma enfermedad, por lo que contó siempre con su
empatía y todo el apoyo para cambiar de puesto, dada su condición. Era la más
feliz del mundo en su trabajo, sentía una felicidad absoluta cada día al ir a
trabajar.
El
cambio de clima al llegar a Cantabria no ayudó mucho a su condición, ya que la
humedad de la zona es favorable para que crezcan las bacterias. Desde 2009, con
31 años, no pudo volver a trabajar, porque los médicos no se lo permitieron; un
tribunal médico, así lo determinó. Blanca pensó que tal vez se trataba de una
baja larga, pero lamentablemente, el riesgo de infección es muy alto en el tipo
de trabajo que realiza, por lo que nunca ha habido cambio al respecto.
A los 33 años, 10 años después de haber
llegado a Cantabria, con solo 18 % de capacidad pulmonar, fue trasplantada de
ambos pulmones, en el Hospital La Fe de Valencia.
Blanca
estaba en una lista de espera para el trasplante, en la que afortunadamente no
llegó al mes. Siempre suele haber un receptor principal; en este caso, era una
persona que necesitaba corazón y pulmones, pero como el corazón no estaba en buenas condiciones y Blanca estaba como suplente, ella pasó a ser el receptor.
Le
costó asumir que, para recibir el trasplante, tuviera que morir alguien, pero de
forma muy madura y ecuánime, logró entender y aceptar que esa persona sigue
viva dentro de ella.
Previo
a su operación, la remitieron con una psicóloga, quien le dio el alta en la
primera consulta, porque la encontró preparadísima. Blanca asegura que no tenía
miedo, que le preocupaban más sus padres, tantas horas esperando y mirando un
reloj, pero afortunadamente, su hermano y su cuñada estuvieron para
acompañarlos, lo cual le dio mucha tranquilidad.
Llegó
el día del trasplante y tenía un miedo natural, porque se trataba de una
operación muy delicada, que duraría unas doce horas y en la que los riesgos
eran muchos. Era sábado santo. Recuerda haber entrado sonriendo al quirófano,
aunque había entendido que su médico se casaba el día anterior y eso le
preocupaba, de solo imaginar que no llegara. Recuerda que había muchísima gente
en el quirófano y de pronto, se paró un médico a sus pies, que era “su médico”,
el Doctor Juan Escrivá. Blanca le preguntó entonces: ¿Y tú no te casabas? A lo
que él le respondió que no, que era la semana siguiente. Con esa tranquilidad,
se quedó dormida enseguida. Y con la misma, se despertó, intubada, en la Unidad
de Cuidados Intensivos, donde permaneció desde el sábado en la noche hasta el
lunes en la tarde.
Su
fe la ha acompañado siempre, a lo largo de este proceso. Conserva con cariño una
caja de rosarios y estampitas que le enviaban a Valencia, cuando se preparaba
para el trasplante. El sacerdote de Corrales de Buelna, Don Francisco Lleídas
Juntádez, con quien Blanca fue catequista durante varios años, le hizo la
imposición de manos, previo a la operación. Siempre se ha sentido cerca de
Dios, y recuerda que una de las materias que estudió en Magisterio fue Teología
y le encantaba.
Su
post operatorio duró cinco años, tiempo en el que se mantenía muy ocupada,
cuidándose, porque debía recuperarse. Pero al concluir esa etapa, ya no estaba
tan entretenida, porque se sentía bien, pero no podía trabajar.
En
paralelo, como otro aporte valioso, desde Universidades de Valencia y Madrid,
la invitan para dictar charlas, lo cual le encanta hacer. Le gustaría regresar
a la Federación, porque es algo que disfruta y no amerita esfuerzos físicos ni
la expone a infecciones, ya que, aunque quisiera trabajar en su área,
definitivamente, los médicos no se lo permiten.
Regresando
al tema de la Federación de Fibrosis Quística, considero importante mencionar,
que dicha organización estuvo manejada en sus inicios, por los padres de los
pacientes, a quienes los médicos les hablaban de una esperanza de vida de dos
años. Por esta razón, los pacientes han crecido con la mentalidad de que no
llegarán a viejos, no le tienen miedo a la muerte, lo ven como algo natural. No
obstante, no deja de ser duro para Blanca, saber que han fallecido compañeros y
conocidos, producto de su mismo padecimiento; inclusive un amigo cercano, murió
en la mesa de operaciones en la que sería trasplantado. De igual forma, resulta
muy doloroso, enterarse de que pacientes adolescentes, producto de la rebeldía
propia de la edad, han fallecido por no querer someterse al tratamiento.
Al
día de hoy, Blanca vive sola, lo cual le agrada y disfruta mucho. Aunque tiene
sus temas digestivos y de corazón, producto de la operación, los maneja con
total naturalidad, tiene apoyo cerca, de familiares y amigos. Puede llamar a una
ambulancia que llega enseguida, si lo requiere… y su control médico con la
Seguridad Social es frecuente, permanente, exhaustivo y ha sido determinante en
el proceso que ha vivido desde los 4 meses de nacida, cuando fue diagnosticada.
Aunque
el confinamiento le pasó factura, porque estar tanto tiempo en casa sin hacer
ejercicio, no solo le hizo perder masa muscular sino también capacidad
pulmonar, actualmente Blanca se encuentra muy bien. Con sus pastillas y
chequeos médicos periódicos, pero realmente de maravilla; haciendo ejercicio
permanente, tanto en el gimnasio como al aire libre, fortaleciendo sus músculos
y sus pulmones, disfrutando cada día que Dios le regala, compartiendo con gente
linda que la quiere, animada a regresar a la Federación y a hacer voluntariado
en algunas propuestas que ha recibido y que ocuparán un poco más
de su tiempo, que le permitirán sentirse tan útil como le gusta estarlo y que llenarán
su espíritu, sin someterla a riesgos de infección.
Doy gracias a Dios, de que existan organizaciones como la Federación Española de Fibrosis Quística, la que, por cierto, apoya de manera significativa en donación de medicinas a países latinoamericanos. También agradezco y valoro, que existan países como España, donde la Seguridad Social funciona de tal manera, que pacientes con “enfermedades raras” como la Fibrosis Quística, pueden llegar a tener una buena calidad de vida y son atendidos, recibiendo tanto el beneficio de los recursos y avances científicos de los que disponen, como la dignidad con la que merece ser tratado cualquier ser humano, especialmente los que padecen dolencias físicas incurables.
Gracias Blanca por tu tiempo y por compartir tu hermoso testimonio, por inspirarnos, por ser modelo de superación, ejemplo viviente de que sí se puede y se puede bonito. Gracias por recordarnos que la fe, la perseverancia, la disciplina y la constancia, son virtudes imprescindibles para “vivir”, en su más puro sentido, no para sobrevivir, sino para vivir con ganas, para seguir adelante, disfrutando y agradeciendo cada minuto, pisando con pies firmes en la Tierra, pero con la mirada en el Cielo.
Por
último, gracias por tu campaña, que desearía replicar al mundo entero: “DONANTES
DE GANAS”, ganas de vivir, de levantarse, de superarse, de ser, de estar, de
amar, de crecer… y ganas de agradecer cada día por lo bueno y hasta por lo no
tan bueno, porque siempre las razones para dar gracias, serán ilimitadas.
Deseo de corazón, esta campaña sea inspiración para que quienes siempre colocan la queja por encima de la gratitud, los invite a invertir el orden. Me incluyo, en muchos momentos de mi vida. ¿Me ayudan a replicarla? Por supuesto, sin quitarle el crédito a Blanca.
¡Me encantaría leerlos!!! ¡Nos vemos en 15, si Dios quiere!
Sígueme en instagram @mabrelatos. Ahí recordaré los días de publicación.
Maucha.
Caracas, 26 de febrero de 2022
Hermosa historia, sin ninguna duda inspira...
ResponderBorrarHermoso testimonio de vida , Blanca es un motivo de inspiración para quienes se sienten abatidos y para los que muchas veces sentimos un bajón emocional, gracias porque me llenó de energía su día a día, años tras años siempre con actitud positiva
ResponderBorrarGracias Maucha por contarnos historias reales que sirven de motivación y nos demuestra la presencia de Dios en este plano terrenal.Felicitaciones a Blanca "una guerrera cuyas armas son la perseverancia, la fé y la voluntad, que Dios la siga acompañando en su proceso y siga siendo aliciente para la humanidad Gracias una vez más Mau tus historias me encantan FELICITACIONES.🤗😘
¡Graciasssss!!!
ResponderBorrarQue testimonio tan inspirador para cada uno de nosotros !! Gracias
ResponderBorrar¡Así es! Gracias a ti por leerlo y comentarlo.
BorrarMaucha querida! Es un relato conmovedor! Admiro el tesón, la voluntad y el ánimo de compartir ganas de Blanca! Permita Dios que siga adelante y creciendo en su proyecto de salud!
ResponderBorrarGracias por compartir esta historia que de entrada anima a reconocer lo harto bueno que tenemos! Y a desestimar las pequeñísimas cosas sin importancia que a veces nos ocupan!
Un saludo!!
¡Gracias amiga querida! Totalmente de acuerdo contigo.
BorrarEspectacular historia!!!! Gracias inmensas por compartir!!!! :))) Blanca, aquí seguiremos contigo dando cada paso con alegría para todos los retos que tenemos por delante. ¡A donar ganas de todo! ❤️
ResponderBorrarMau conmovedora e increíble historia💕 gracias por compartirla. Sólo Dios basta....
ResponderBorrarMaucha que historia más motivadora. Blanca, sigue y sigue, te admiro y valoro. Pienso mucho en la valentía de tus padres. Dios bendiga este equipo de MABRELATOS.
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