Margarita, conocida como la perla del Caribe, es una isla de Venezuela que, junto a Coche y Cubagua, forman el Estado Nueva Esparta, ubicado en la zona nororiental del país y cuya capital es La Asunción.
Margarita
siempre ha sido un famoso destino turístico, tanto nacional como internacional.
Es poco común que un venezolano no la conozca o la conozca y no la recuerde con
cariño. Americanos y europeos la han visitado durante décadas, por ser un
verdadero paraíso natural. Playas de arenas blancas, especiales para cada gusto,
oceánicas, tranquilas, profundas o llanas, colores del mar que solo en el
Caribe se pueden apreciar, cielo de un azul intenso que no he visto en ningún otro lugar, contrastando con nubes tan blancas como copos de nieve. Atardeceres preciosos con un colorido espectacular, en una
diversidad de playas para elegir.
Margarita
tiene historia, gente hermosa y a su milagrosa y bellísima Virgen del Valle,
con una devoción popular por ella, que eriza la piel.
La
perla del Caribe como toda nuestra amada Venezuela, lamentablemente, ha sido
abandonada, descuidada y desatendida. Dicen los optimistas, que comienza a recuperarse
y quiero creer que es cierto, pero es mucho el cariñito que hay que hacerle. Aunque
al parecer, la seguridad ha mejorado un poco, para mí, es lo primero, porque durante
mi reciente visita, nunca vi un policía, las calles están vacías cualquier día
de la semana, a cualquier hora del día, las carreteras deterioradas, llenas de
huecos y la iluminación, brilla por su ausencia. Han tenido crisis muy graves
de electricidad, las que, afortunadamente se han ido solucionando, pero el
problema del agua no mejora en lo absoluto; hay zonas que pasan días y hasta
semanas en las que no les entra ni una gota; se mantienen con tanques, bombas,
camiones cisternas y mucho ahorro del preciado líquido, opciones que terminan
siendo insuficientes para una buena calidad de vida.
La
isla tiene casas y edificios hermosos y modernos, restaurantes donde se puede
degustar la mejor comida del mar, buenos hoteles y artesanía popular preciosa. Margarita
es una mezcla de sabores, colores, cultura y paisajes, pero todo lo que cuento
en el párrafo anterior, ha restado calidad a la vida del habitante y al
disfrute del visitante. Mucha gente que vivía en Margarita se ha ido; los que
viajaban con frecuencia a la isla han dejado de hacerlo, cantidad de viviendas
se han puesto a la venta, terriblemente devaluadas; es impresionante la sobre
oferta inmobiliaria que hay, frente a una demanda variable; y digo variable
porque a algunos les parece un buen negocio comprar a tan bajos precios y
remodelar para alquilar… o pensando en que la situación mejorará y se podrá
vender a un precio mucho más elevado; pero hay quienes o no están de acuerdo o les
asusta el solo hecho de pensar en la realidad actual y en la posibilidad de que
esta, no cambie por mucho tiempo.
El
concepto que he manejado en mis relatos, es para contar historias reales que,
aunque en su mayoría trato de elegirlas inspiradoras, tristemente, no todo lo
que forma parte de ellas, es siempre positivo; he ahí la razón por la que no
quise omitir aspectos negativos, parte importante de esta realidad, pero en lo
sucesivo, prometo no ser “nube negra”, o serlo poquito y solo para lo
indispensable... mmm… ¿nubecita gris? Hay muchas cosas buenas, bellas, ricas,
divertidas y autóctonas que destacar de la isla y así lo haré ¡prometido!
Playa
Parguito, imponente, extensa, oceánica, con olas altas, ventarrón fuerte y
finalmente lluvia; los lugareños decían que solo faltaba que cayera nieve. En
el sitio donde nos ubicamos ese día, nos atendió un margariteño autóctono y extrovertido,
cuya presentación fue: “Estoy a su orden, me llamo Mardon, pero de pequeño
me llamaban Mardito”… jajaja… A mi cuñada y a mí, nos bautizó: “Bella” y
así nos llamó durante el rato que allí pasamos. Las perlitas, no podían faltar…
le compré un collarcito bello a un vendedor ambulante de los que recorren las
playas, con láminas de anime para exhibir su mercancía. Lo de los precios es increíble…
comienzan a bajarlos, a medida que uno se va negando y llegan a bajar tanto,
que es casi imposible no comprar; el regateo se maneja, cual mercado turco, como
parte de la cultura buhonera margariteña.
Playa
Juventud en Pampatar, me gustó mucho, es pequeña, cerradita y
el mar es relativamente tranquilo, aunque un día nos tocó ver la llegada de funcionarios de Inparques, para desalojar la playa por el mal tiempo. Entre semana, va poca gente. Hay
varios kioskos de comida; uno en particular, el de Briángela, me encantó,
aunque solo probamos las riquísimas empanaditas de cazón y los tequeños, con las cervecitas heladas; pero lo más agradable lo hace la gente, que
es linda en el trato y presta una atención excelente… son amables, cercanos y
serviciales.
Parte
importante y significativa de mis recuerdos en esa playita, la hicieron algunos
niñitos, entre 6 y 9 años, margariteños tostaditos por el sol, dueños del mar y
la arena, gozando, nadando, corriendo y hasta peleando entre ellos, pero es
imposible obviar lo duro que es saberlos con hambre. Gratifica “ligeramente”, verlos
sonreír y disfrutar la empanadita o la galletica que se les ofrece, pero en
realidad, lo que uno quisiera es resolverles la vida, verlos felices y estudiando,
como merece cualquier niño de su edad.
También en playa juventud, conocí a Gioconda, una mujer de mediana edad, jubilada de la administración pública, cuya pensión no le alcanza para vivir, por lo que se vio obligada a reinventarse y se dedicó a trabajar una técnica muy bonita de bisutería en vidrio… piezas pequeñitas, muy delicadas, sobrias y poco llamativas… y cuando le dije lo que opinaba de su trabajo, me encantó su respuesta: “mi mamá siempre decía que menos es más”. Le recomendé abrir una página de Instagram, le deseé mucho éxito y le compré un dije bello de la Virgen del Valle, montado en nylon. Luego de conversar con ella un ratico, el que me hubiera encantado alargar, se despidió diciendo que había sido un placer conocerme. En ese momento, recordé que la vida está hecha de esos pequeños detalles, ratos, conversaciones simples y personas sencillas, que a veces aparecen solo por un instante y no las vuelves a ver, pero dejan gratos recuerdos y siempre alguna enseñanza.
Conocimos el Centro Comercial La Vela, que no tiene nada que envidiarle a uno de Caracas, bella arquitectura, buenas tiendas, marcas conocidas, un lindo lugar... Merendamos en un sitio recién inaugurado, unos heladitos y una torta de chocolate muy ricos, pero caríííísimos; la especulación es bárbara, los precios no están acorde con las condiciones de la isla.
Visitamos una tiendita de arte muy linda en Pampatar, pequeña, bien montada y decorada, con piezas bonitas, otras no tanto, pero los precios en general, una locura, un desfase total.
¡Nos
vemos en 15, si Dios quiere! ¡Los leo!
Maucha.
26
de marzo de 2022
Mauuuu que recorrido tan sabroso por ese paraíso natural !!! Reconfortante de salu....Y por supuesto que se quien esa amiga especial a quien con su flia dejaste a los pies de la Virgen....Graciasss y si hay otra especial no importa seremos dos.... un gran abrazo 🤗
ResponderBorrar*salud
Borrar¡ No hay otra! Jaja. Por supuesto que eres tú... ahí a sus pies, quedaste pegadita.
Borrar😘😘😘😘😘😘
BorrarQuerida Maucha, que manera de escribir... me siento allá, a los pies de "Vallita", pidiéndole por Venezuela y su gente, el sol está brillante y hay que ponerse los lentes, el aire me despeina, los colores me hacen dar gracias a Dios por su grandeza y la gente me inspira y me hace querer regresar a ver "laila" y disfrutarla. Gracias por este regalo
ResponderBorrar¡Que bella eres Finita! ¡Graciasss!!!! ¡Se me aguaron lis ojos!!! 💞
BorrarMi comadrita Bella! como les llamó el gentil ^hijo er diablo" del restaurante de la playa. Me encantó el recorrido que me hizo recordar gratos momentos vividos en las ocasiones que disfruté de la perla del Caribe, la Isla de la Nueva Esparta "Margarita"
ResponderBorrar¡Gracias compa querido! ¡Siempre muy especiales y cercanos tus comentarios!
BorrarMi Maucha querida!! Cómo siempre hermoso tu relato!!!
ResponderBorrarAllí demuestras tu espontaneidad y tu intención de pasar bien cada momento de tu vida!
Lo que es rutina y sencillez lo conviertes en algo grande y espectacular!!
Disfruté su lectura, imaginando cada una de la vivencias!! Gracias por compartir esos bellos relatos! Abrazos!!
Gracias a ti por leerme y por tus comentarios tan ricos, mi querida Yanty.
BorrarMe emociona leerte....cada relato tiene su encanto y mensaje....Recorrer nuestra amada isla , bajo tu percepción , me ha encantado, renace en mi la fe en nuestra gente y en un futuro mejor!!!
ResponderBorrarQue rico Dianita! Graciasss!!! Me encanta que llegue y siembre confianza!
BorrarGratificante recorrer nuestra hermosa Isla de Margarita entre tus acertadas líneas narrativas fue para mí imaginarme en sus hermosas playas y centros comerciales,aunque confieso que tengo como 6 años que no la visito, gracias a tí viaje gratis😜 .
ResponderBorrarTodo lo que expresaste es la pura realidad , Vallita hará posible que vuelva a renacer como el ave Fénix. Como dices tú no todo es negativo,sigue habiendo gente noble, luchadora que día a día continúan apostando por la pronta recuperación.
Gracias una vez más por regalarnos tus historias que ya pasan a ser nuestras porque nos conectamos con ellas. Felicitaciones Mau !!
Gracias mi querídisima lectora y seguidora. Amo tus análisis profundos de mis humildes relatos.
BorrarQue lugar tan hermoso y como lo describes todo hasta sentí que estuve allí. Gracias
ResponderBorrarMaucha, que recorrido tan rico y significativo. La descripción detallada de cada lugar visitado hace que quiera ir a Margarita.
Borrar¡Graciassss pir tus palabras!!! Me encanta que te haya gustado y tocado. Pero cuéntame, quién eres? No ubico ese perfil del docente.
BorrarBueno, bueno, bueno!!!!!! Pero qué ganas de volver a ese paraíso :)))) Siempre te superas Maru!!!! Fantástico, me encantó muchísimo!!!!!!
ResponderBorrar¡Eres la mejor del mundo mundial!
BorrarMi querida Mau , espero que pronto regresen de nuevo a la Perla del Caribe . Aquí los esperamos para disfrutar de nuestras hermosas playas y maravillosos lugares Que más felicidad poderlos atender y compartir con la familia. Recordar es vivir!!! Me encantó.
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