¡Feliz y bendecido domingo!
Mi relato quincenal sabatino,
no estuvo listo para ayer, por lo que pido disculpas, pero debo aclarar que me
siento muy feliz y honrada de publicar hoy domingo, fuera de mi calendario y un
poco más tarde de lo acostumbrado, porque surgió un evento muy especial y
significativo, que yo, con mi nuevo instinto de “reportera gráfica”, una vez
cubierto el mismo, no quise esperar quince días para escribirlo y publicarlo; por el contrario, sentí la imperativa necesidad y una enorme ilusión de
compartirlo hoy mismo.
Ayer sábado 3 de septiembre,
cumplió 45 años de haberse ordenado sacerdote, el párroco de Santo Tomás
Apóstol de La Trinidad, en Caracas, mi muy estimado y admirado, Padre Carlos
Porras.
Como fieles asiduos a la
parroquia que somos, muy gentilmente, el padre nos extendió una invitación para
acompañarlo en la misa de Acción de gracias que ofrecería el 3 a las 8:00 pm,
en su parroquia. Acostumbrado a celebrar cada cinco años su aniversario… éste,
que llegó a 45, le correspondía hacerlo, nuevamente.
Muy halagada y conmovida, por
la invitación del Padre, extraigo textual, solo las palabras que encierran la
solicitud con la que muy sutilmente la acompañara: “Para que narre el acontecimiento
con su peculiar forma de hacerlo”,
¡Madre mía! ¡Menuda responsabilidad! Aunque no estoy muy segura de haber
entendido lo que quiso decir, intenté retener buena parte de los detalles y dejé
en manos del Espíritu Santo cada una de las palabras a escribir, para tratar de
narrar y describir, con lo justo, necesario y verdadero, tan magno
acontecimiento. Cabe acotar que desde que escribí “Mi Semana Santa 2022”, el padre Porras, ha sido un fiel seguidor
de mis relatos, lo que me compromete aún más, al escribir éste.
Para quienes no lo conocen o no
están al tanto de su trayectoria como sacerdote, considero importante mencionar
que el padre Porras fue miembro del equipo directivo del Seminario Mayor Santa
Rosa de Lima, entre 1977 y 1981; realizó estudios de Derecho Canónico en Roma
de1981a 1983; fue el primer rector de la Capilla La Milagrosa El Placer en diciembre
1983; y ha sido párroco de varias Iglesias de Caracas: Nuestra Señora de la
Encarnación del Valle del 84 al 85, San Benito en San José del Ávila, del 85 al
91, La Ascensión del Señor en Cumbres de Curumo, del 91 al 97, San José en
Chacao del 97 al 2005, La Caridad del Cobre en Santa Paula, del 2005 al 2009 y
Santo Tomás Apóstol en La Trinidad, desde 2009.
Sin más preámbulo… la Misa de
Acción de Gracias, para celebrar el Cuadragésimo
quinto aniversario de la Ordenación Sacerdotal del Presbítero Carlos Leonidas Porras
Miranda, desde los momentos previos a la celebración.
La tarde de ayer, estuvo
acompañada por uno de esos fuertes aguaceros caraqueños inesperados, con
truenos, relámpagos y viento fuerte, como para preocuparse por la celebración.
Pero para el padre Carlos, tan ecuánime y consentido de Papá Dios, todo se
soluciona perfectamente, en el momento justo.
Desde temprano comenzó a llegar
la gente, hasta llenar el templo para la celebración. El retraso en el inicio
fue solo de unos 15 minutos, previamente avisado por él mismo, quien explicó
que esperarían hasta las 8:20 a los sacerdotes que estaban por llegar, desde
distintas zonas de Caracas, donde al parecer, llovía mucho más fuerte que en La
Trinidad.
Al llegar al estacionamiento, los
amables colaboradores del grupo de Emaús, estuvieron recibiendo a los invitados
para la misa; atentos y diligentes, como siempre, indicando cómo y dónde
estacionar y con paraguas grandes, para acompañar a los fieles hasta el templo,
porque la lluvia aunque suave, aún nos acompañaba.
Ya dentro de la iglesia, desde
una excelente ubicación, con una buena óptica, honrados y felices, pudimos acompañar
a nuestro párroco, en un momento tan especial de su ministerio.
El emotivo sonido de campanas,
anunció el ingreso al templo, del homenajeado, junto a 20 sacerdotes invitados
y a un eficiente y fervoroso grupo de monaguillos de la parroquia, quienes le
acompañaron en procesión.
El maravilloso coro de la
parroquia se hizo presente durante toda la celebración, comenzando desde la
majestuosa entrada al templo de los sacerdotes hasta el altar, con dos hermosos
cantos que, aunque desconozco sus nombres, recuerdo perfectamente que
comenzaban, el primero con… “Señor, toma
mi vida…” y el segundo… con “Caminando
por el mundo…”
Presidió la celebración el padre
Carlos Porras. Le acompañaron en el
altar, a su derecha, el padre Armelin De Sousa, Vicario general de la
Arquidiócesis de Caracas, y a su izquierda, el padre Neptalí Balza, Arcipreste
de Baruta y Párroco de la Sagrada Familia de Nazaret, de la Tahona. El acólito
o ceremoniero fue el padre Vicente Villano. Concelebran junto a ellos, los
demás sacerdotes, ubicados en torno al altar.
Después del canto del Gloria,
el celebrante hizo una oración bellísima de gratitud a Dios, por el sacramento
del Orden sacerdotal.
Toda la Liturgia de la Palabra
estuvo impregnada de majestuosidad y sentimiento, en un ambiente totalmente alusivo
a la celebración…
La primera Lectura fue tomada
de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a Timoteo. Los fieles respondíamos al
Salmo 109, diciendo: “Tú eres sacerdote
para siempre, mediador entre Dios y los hombres”.
La acostumbrada lectura del
Santo Evangelio, en esta oportunidad, tomada de San Lucas, fue melodiosamente
entonada por el padre Alves Castellano, quien, con instrumento de cuerdas, acompañó
el canto. Momento más que emotivo.
La hermosa y sentida homilía fue
predicada por el padre Víctor Molina, ordenado sacerdote hace un mes, a quien el
padre Porras encargó esa enorme misión, con la clara idea de dar paso a las
nuevas generaciones y muy confiado en que nadie mejor para predicar sobre el Orden
Sacerdotal, que un neo sacerdote, en plena luna de miel de su propio sacerdocio.
Fue realmente conmovedor ver el
lenguaje corporal del padre Porras, quien no mostraba más que orgullo y satisfacción,
mientras observaba a su alumno predicar en su aniversario, entrelazando
sabiamente la Palabra de Dios, con la fraternidad sacerdotal y las
implicaciones que tiene hoy, ser sacerdote de Jesús y de su Evangelio, echar
redes, remar mar adentro y ser verdaderos apóstoles; cerrando magistralmente
con palabras de inmensa gratitud hacia el Padre Porras, su amigo y profesor en
el seminario. Homilía que cerró con un interminable y fuerte aplauso, que,
aunque fuera de lo establecido, resultó ser tan maravillosamente inevitable, como
merecido. Al finalizar, el padre Molina se acercó al padre Porras, uniéndose
ambos, en un fraternal y emotivo abrazo.
La oración de los fieles,
incluyó peticiones bellísimas que nunca antes había escuchado… por las iglesias
donde el Padre Porras ha sido párroco, por los tres arzobispos de Caracas,
durante los 45 años de su sacerdocio y otros más, alusivos a su misión
sacerdotal, que no alcanzo a recordar.
Y llegó la Liturgia Eucarística,
no menos emotiva, la cual inició siendo incensado el altar y sus alrededores,
como preparación para el momento más importante de la misa, en el que 20
sacerdotes, más el párroco, ofrecieron pan y vino, durante el Ofertorio y extendiendo
sus manos, concelebraron el milagro de la Eucaristía, en el que ese pan y ese
vino, en la Consagración, fueron transformados en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo.
El Padre Nuestro, primero,
majestuosamente interpretado por el coro, acompañado por todos los fieles y
luego rezado, dieron paso al momento de la Sagrada Comunión, impecablemente
organizado, con cuatro sacerdotes para impartirla, dos en el pasillo central y
uno en cada puerta lateral del templo. Acto seguido, una concentrada, pero muy
sentida acción de gracias del Padre Porras, marcó el cierre de este sublime
momento.
Luego narró a los presentes, en
breves minutos, el camino recorrido a lo largo de su ministerio sacerdotal durante
estos 45 años, en los que afirmó que ser sacerdote era lo más grande que a
alguien podría ocurrirle, y que es inmensamente feliz de serlo. Agradeció a
todos, sin excepción, tanto a los presentes en ese día tan especial, a quienes
hicieron posible la celebración y a todos los que, de una u otra forma, en
distintas parroquias, le han acompañado en estos años.
No puedo dejar de mencionar que toda la ceremonia estuvo permeada de un ambiente festivo, alegre, y al mismo
tiempo, impecable y majestuoso, como es característico en cualquier celebración
organizada por el Padre Porras. Y sumado a ello, todos los fieles respondían
alto y claro, se sabían las canciones y las cantaban… y como si fuera poco, el
párroco no solo conoce las letras y las canta, sino que las vocaliza con fuerza y entusiasmo.
Al terminar la ceremonia, salieron
nuevamente en procesión, el homenajeado, los 20 sacerdotes y los monaguillos, acompañados
por cantos muy bellos y conocidos como “Gracias a la vida” y “Color Esperanza”.
En las afueras del templo,
bandejas con una copa de vino y un canapé, para cada uno de los presentes, fueron
gentilmente servidos, por grupos de colaboradores de la Parroquia, a la espera
del padre Carlos, quien luego de retirarse los ornamentos sacerdotales con los
que se había revestido para la ceremonia, hizo un brindis, ante el que todos
alzamos las copas y celebramos por sus 45 años de Ordenación.
Para mí, ha sido un honor y un placer acompañar al Padre Carlos en Cumbres de Curumo, en Santa Paula y en la Trinidad, y visitarlo al menos una vez, en San José del Ávila y en Chacao. Hoy solo me queda felicitarlo por su aniversario y seguirle agradeciendo por su ejemplo, testimonio, apoyo, cariño y cercanía. Le pido a Dios que lo bendiga, le de muchos años más de vida, con salud y sabiduría para su ministerio y que nos permita seguir acompañándolo y contando con su compañía.
No olvides pensar, oír, contar lo bueno... y hacer que tu gratitud, pase
al siguiente nivel, porque las cosas cambian para bien, cuando la
gratitud es mayor que la queja, lo certifico.
Si te gustó, me encantará
leer tu comentario y por favor comparte con quien creas puede disfrutarlo o necesitarlo y en esta
oportunidad, muy especialmente, con personas que conocen y quieren al Padre
Porras. Sígueme en el blog mabrelatos.blogspot.com y en
Instagram @mabrelatos.
Nos vemos muy pronto con un nuevo relato.
Maucha.
Caracas, 4 de septiembre de 2022
Que grata experiencia viviste Mau.
ResponderBorrarMe imagino lo hermosa y emotiva que fue la misa, el mensaje, las canciones bien seleccionadas y el ambiente festivo de la misma.
Tienes el don de transportarnos a las situaciones que narras.
Gracias por compartir.
Me gustó mucho.
Qué hermoso relato que pude leer; me encantó; que el Padre Porras tenga muchas bendiciones por muchos años más
BorrarQué alegría para ti haber compartido tan linda ceremonia y qué Diosito te siga iluminando cada día más con tus maravillosos relatos
Que maravilloso relato mi queridísima Maucha. Yo espero tener un momento para dedicarle tiempo a tu relato y poder nutrirme con él. De verdad que el Padre tuvo razón cuando te entrego esa magna responsabilidad para publicar su relato del hermoso evento
BorrarQue bello relato, como siempre Mau.
ResponderBorrarHermoso relato, mil bendiciones al sacerdote Carlos Porras y que sigan sus años de felicidad. Y pues si una gran realidad agradecer cada día por respirar, por ver un nuevo sol salir, a nuestros hijos sonreír y las cosas que no siendo tan buenas nos llenan de fuerza para seguir adelante y aprender, excelente Sra. Maucha!
ResponderBorrarMau , hermoso relato de el evento de anoche....Me impresionas cada vez más.....con qué rapidez nos narras todos los detalles de la celebración....Primicias de reportera....Felicitaciones....
ResponderBorrarMau: bellísimo relato del Aniversaro de ordenación Sacerdotal del Padre Porras. Excelente lectura para hoy domingo. Cada vez escribes mejor.
ResponderBorrarDios te bendiga a ti al igual q al Padre Porras.
Admiro enormemente tu constancia, dedicación y esmero. Cada historia que compartes se ha convertido en un plan para el fin de semana. Cada semana me recuerdas que hay que agradecer más y más. Gracias por compartirlo.
ResponderBorrar¡Qué maravilla de narración! Espectacular… así mismo! Gracias por compartir algo tan bonito y especial. Al Padre Porras, que Papá Dios lo siga bendiciendo siempre. Amén
ResponderBorrarComo siempre te digo, disfruto tanto tus relatos en los cuales nos dejas "entrar" como si estuviéramos allí, que me sentí en la Iglesia y he dado inmensas gracias a Dios por estos 45 años del P. Porras y a él le deseo mu chos más años de excelente servicio a la Iglasia
ResponderBorrarExcelente reportaje de una fiesta que cada día hace feliz a Carlos. Haz logrado que estuviese presente sin haber estado físicamente. Me alegra inmensamente el hecho de que te designara para contar los protocolos de sus aniversarios cada quinquenio de la vida pastoral de un ser cuya principal fortaleza es, el aprecio por la excelencia, la impecabilidad de los rituales, la solidaridad y en especial la inteligencia social. Felicitaciones y gracias por compartir éste momento de fiesta!
ResponderBorrarGracias Maucha por hacernos partícipes de esta hermosa conmemoración, yo mientras lo leía me sentí en el lugar exacto y rodeada del mismo ambiente tan emotivo y espiritual como tú … hasta lagrimas de emoción y admiración al leer la trayectoria de amor al Señor impartidos por el Padre Porras a través de su andar por varias parroquias de Caracas … que homenaje tan merecido …. Que Dios lo siga bendiciendo y brinde la felicidad para tantos feligreses al mantenerlo sano y sabio en una muy larga vida ….
ResponderBorrarMau!!! Hermoso ..otra felicidad y agradecimiento que compartimos juntas …de lujo y sencillez 👏👏👏
ResponderBorrarGracias Mau por tu interesante y emotivo relato, Dios llene de bendiciones a Don JAF quién ha dedicado su vida al sacerdocio siendo un ejemplo a seguir.
ResponderBorrarFelicitaciones,siempre nos deleitas con tu majestuosa narrativa.
Dios colme de bendiciones a Don JAF y nos de muchos sacerdotes como él.
Una vez más gracias Mau por compartir espectaculares relatos, Dios te bendiga amiga !!!