Desde CASITA DEL PAN, continuamos pegaditos a María y a José, recorriendo con ellos, su camino hasta Belén, esperando
la llegada del tan anhelado momento… Ya casi llegan… Y ahí
vamos con ellos, a la verita suya.
Hoy les contaré, Nuestra llegada a Belén, narrado por José y Nace mi bebé adorado, narrado por María, ambos tomados del Capítulo 2, versículo 6 y siguientes, del Evangelio de San Lucas (Nacimiento de Jesús), desde el corazón de Abuelita Mau.
Nuestra llegada a Belén
¡Hola! Soy José y te
contaré sobre nuestra llegada a Belén…
«¿Y qué crees que pasó? Que
estando ya en Belén llegó el momento de nacer el bebé. Pero todas las posadas
del lugar estaban ocupadas, y yo no sabía qué hacer, tocaba puertas y
puertas, y en todas partes me decían que
estaba lleno, que no había lugar para quedarnos, ¡qué angustia tan horrible!,
María sufriendo, el Hijo de Dios a punto de nacer y yo… sin poder hacer nada;
pero como Papá Dios no podía abandonarnos, finalmente un posadero se compadeció
de nosotros, viendo a María que ya estaba a punto de dar a luz y nos dijo que
había un establo, uno de esos lugares donde guardan a los animales, y que tal
vez allí podríamos estar bien y tener un lugar calientico para que naciera el
niño. Era un poco lejos, pero era la única opción, no teníamos otra, así que la
tomamos. Hasta allá nos fuimos y en aquel lugar lejano y solitario nació
nuestro querido Jesús. María les contará más detalles.
Abuelita Mau te invita a Vivir la paciencia
Solo con mucha paciencia podía José manejar aquella situación tan difícil. Pero él sabía que Papá Dios no podía abandonarlos y menos en ese momento, en el que su Hijo único estaba a punto de nacer.
La confianza en Dios, es lo único que nos puede dar la paciencia para seguir adelante cuando estamos desesperados y nos sentimos perdidos».
¡Hola! Soy María…
«Y así fue todo, tal como
te contó José. Nació el bebé, mi bebé chiquitico, preciosísimo, con su carita
rellenita, tierna y rosadita, su piel suave y sus puñitos cerrados, como
cualquier recién nacido. Lo envolví en
unos pañales que llevaba en mi bolso y lo acosté acurrucadito encima de un
montón de paja que sirvió de cunita. Y yo…como cualquier mamá cuando nace su
bebé, no me cansaba de mirarlo, de acariciarlo, de disfrutar de tanta dulzura.
Pero no era cualquier bebé y no solo era mi hijo amado, ese bebé era el
Salvador del mundo, Jesús, el hijo de Dios, que nacía en un pobrecito portal, en la
ciudad de “Belén”, que quiere decir “Casa del pan”, porque allí quiso
Dios que naciera su Hijo Jesucristo, el “Pan de Vida” que
bajó del Cielo para salvar a todo el que quiera seguirlo y entrar al Cielo con
Él.
La única compañía que
tuvimos en aquel momento tan especial, fueron una mula y un buey, que al igual
que nosotros, buscaban protegerse del frío de la noche.
Nada fue fácil para
nosotros, estábamos muy solitos y me hacían mucha falta mi papá y mi mamá.
¡Joaquín y Ana hubieran disfrutado taaanto de aquel momento!, de ese bebé
perfecto, de cargar y consentir a su nieto amado, el Hijo de Dios. Me imagino
cuántas cositas de ropa le habría tejido Ana a Jesús, su niño consentido. Pero
no fue posible, porque los planes de Papá Dios para nosotros eran otros; sin
embargo, eso no nos hizo estar tristes, por el contrario, saber que nuestra
vida era ese bebé, nos dio toda la fuerza y la alegría del mundo para continuar
por los caminos que Papá Dios nos tenía preparados y que aún no conocíamos».
Abuelita
Mau te invita a vivir la humildad:
Los reyes nacen y crecen en palacios, en
castillos y viven rodeados de joyas, de lujos y de dinero. Pero Jesús, el Salvador del mundo, el verdadero Rey, nació
pobrecito en Belén, en su “Casita del Pan”, porque Dios quiso enseñarle al
mundo que siendo humildes, sencillos, obedientes y dispuestos a servir a los
demás, es la única forma de estar cerca de Él.
El dinero y las cosas materiales son muy buenos y útiles, pero si son el centro o lo más importante de la vida de las personas, se convierten en algo malo. Porque a Papá Dios no le importa cuánto dinero o cuántos carros tienes, de qué tamaño es tu casa, cuánto gana tu papá o cuántos países del mundo has visitado, ¡Nooo! Nada de eso. El querrá saber cómo te has portado, a cuántas personas necesitadas has ayudado, a cuántas has hecho felices, cuánto bien has hecho y cuánto bien has dejado de hacer».
¿Ya pensaste que le regalarás al Niño Jesús en esta Navidad? No olvides que el homenajeado es Él, celebramos su nacimiento, su fiesta, su cumpleaños. ¡Que tengas una feliz y santa Navidad!
Y recuerda que las cosas
cambian para bien, cuando la gratitud es mayor que la queja, lo certifico.
Me encantará leer tu comentario en el blog. Y si te gustó, no olvides compartirlo. No sabes cuántas personas pueden acercarse a Jesús a través de él o a cuántas puede recordarle que Jesús también quiere nacer en su corazón.
Nos vemos muy pronto...
María Eugenia Álvarez Brunicardi.
Caracas, 18 de diciembre de 2022
«Casita del Pan», un regalo muy especial en Navidad. Disponible en Amazon: Linktr.ee/casita_del_pan y en la librería Sopa de Letras
@lasopadeletras en la Hacienda La Trinidad.
Increíble!!! Mi querida Mau me he paseado por las cuatro semanas de adviento bajo la magia de tus relatos ,escritos con sencillez y elegancia, gracias por ayudarme a preparar la cuna de mi corazón para recibir al niño Jesús con alegría y a la vez con agradecimiento por sus bondades conmigo.
ResponderBorrarQuevel niño Dios te continúe bendiciendo y nos de la oportunidad de sanear heridas y servir de instrumento para mitigar las penas y luz para muchos hermanos que aún se sienten perdidos buscando la felicidad y bienestar en confusos caminos. Gracias por compartir tus narrativas que son un gran aporte e invitación para fortalecer aún más nuestra espiritualidad de la cual muchos por la dinámica de la vida la dejamos a un lado y perdemos el foco por senderos que nos alejan de la verdadera felicidad.
Miles de bendiciones a tu familia , en espera con grandes espectativas de tu novela !!! Falta menos 👋👋📝me mata la curiosidad 😜♥️
Que el*(Corrección)
ResponderBorrarHermoso; pidamos a Jesús siempre Paciencia en toda circunstancia y también tolerancia; esperemos a Jesús esta Noche Buena con mucho amor y humildad
ResponderBorrarMaría Isabel🙏🏻
Siempre una referencia a la humildad y generosidad de nuestro Padre Celestial, en la divinidad de la Natividad del Niño Jesús. Gracias!!!
ResponderBorrarSiempre una referencia sobre la divinidad de Natividad del amor hasta el extremo, humilde, generoso y compasivo. Felices Pascuas Mariía E. ! Gracias!
ResponderBorrarQue belleza desde la mirada de José y María ver el nacimiento de Jesús,
ResponderBorrarEn su Casita del Pan. Gracias Mau. Ludmila.
Que hermoso escrita esta historia, así me la imagino, María y José con humildad y paciencia. Gracias Maucha! Que tengan todos una muy feliz navidad 🎁, que Jesús llegue a sus corazones esta nochebuena para que inunden de amor a sus familias y personas que los necesitan. Soy Gloria Cristina.
ResponderBorrarDemasiado bello como los anteriores, el relato del 4to domingo de adviento,
BorrarTe quiero mucho!
Tu hermanita
Que dulzura …la Fe y La Esperanza en todos los corazones
ResponderBorrarRecibido por whatsapp:
ResponderBorrarHermoso y emotivo relato
Mau. Que importante destacar los valores de la humildad, la paciencia y de la fe, en que siempre Dios nos ayudará a salir adelante, hasta de las situaciones más terribles.
Hermoso relato que nos invita a ser mejores personas cada día y sobre todo a recordar quién es el principal protagonista de esta historia, lo cual en muchas ocasiones olvidamos. Feliz cuarto domingo de Adviento.
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