¡FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO!
¡Bienvenidos a mi relato N° treintaaa!
Viene
del relato anterior… Cardón…
En esa última y bellísima visita de mis suegros a Cardón, sobre la que les conté, cuando ellos regresaban a Caracas, Gonzalo Armando y yo, nos fuimos con ellos un domingo. Gonzalo viajó el viernes siguiente, pero lamentable y dolorosamente, ese mismo día, Gisela sufrió un derrame cerebral, a los que sobrevinieron dos más, durante 15 eternos y angustiosos días, en terapia intensiva. El 10 de abril de 1982 (sábado de gloria), luego de un paro respiratorio, con solo 50 años, partió al Cielo con Papá Dios, donde descansa en paz. No tengo palabras para expresar el vacío que dejó y lo difíciles y tristes que fueron aquellos momentos y los meses sucesivos, para toda la familia.
Gonza con Mami Gisela en Ccs |
Así
como soy muy indecisa con las cosas pequeñas, siempre me ha caracterizado la
determinación para tomar decisiones importantes, con o sin miedo. Puedo
asegurar que ahí había miedo y del bueno… Pero cuando algo se me mete en la
cabeza, es difícil que salga, hasta lograrlo… Puedo llegar a ser muuuy terca. Y
así fue, nos regresamos a Cardón, muy tristes, pero felices de estar los tres
juntos, con la certeza de que estaríamos bien, de que “mami Gisela”, como le
decían sus tres nietos mayores, o “Pepela”, como la llamaba Gonzalo Armando en
su media lengua, guiaría nuestro camino desde el Cielo y de que la ilusión por
la próxima llegada de “Gisela Eugenia” iluminaría nuestro hogar y nuestras
vidas.
Al
llegar, me recomendaron al obstetra “de moda” en la zona: Mario Di Loreto, quien
atendió a muchos contemporáneos de Gisela Eugenia, paraguanero, de origen
italiano, hijo de Mario Di Loreto, fotógrafo oficial de la División de
Refinación; y hermano de Valter Di Loreto, compañero de bachillerato de Gonzalo,
en el Liceo San José de Los Teques. Mario me atendió cada semana, durante ese
último mes que me faltaba, y nos inspiró mucha confianza desde el primer
momento, tanto como persona, como profesionalmente; recuerdo que recién estaba
regresando de hacer una especialización en París.
Faltando
un mes para dar a luz, le ofrecieron a Gonzalo una casita un poco más grande y
cómoda en la Urbanización Manaure, ubicada en Puerta Maraven, donde nos mudamos
unos quince días antes de nacer Gise. A los pocos días llegó mi mamá, que
quería hacer todo por atendernos, complacernos y regalarnos cosas. Era una compradora
y regalona compulsiva, pero no había muchas opciones en la zona, por lo que ya
no hallaba que inventar. Resulta que un día, descubrió una quincalla entre
Zarabón, como le llamaban a la Comunidad Cardón y Manaure, a un lado de la carretera, donde hizo que Gonzalo
la llevara a hacer shopping. Gonzalo se muere de risa cuando recuerda sus adquisiciones
nerviosas… compró cualquier cantidad de cosas que no necesitábamos… solo sé
que, producto Manaplas que existiera en el mercado, no me haría falta en
años, porque mi mamá los compró absolutamente todos… poncheras, tobos, palas, envases
plásticos, coladores, etc., etc.
En
Manaure tuvimos de vecinos a los Marciano, Carlos y mi querida y
recordada María Cecilia Alvarado (†) con sus dos primeros muchachitos, María
Cecilia y Carlos. Que pequeño es el mundo… encontrar ahí a María Cecilia, que
fue la única persona con la que estudié desde preescolar hasta quinto año de
bachillerato. Después tuvieron dos hijos más, Gabriel y Gerardo… los cuatro eran
unos catires bellos, de contextura fuerte. La trágica partida de María Cecilia
en un accidente de tránsito en carretera, en la bajada de Tazón, casi llegando
a Caracas, es de esos recuerdos horribles que nunca podré olvidar. Años muy duros para esa familia tan bella y tan joven.
Gonza y el matamoscas |
En la casita de Manaure, teníamos sembradas patillas en el jardín. Todo un acontecimiento cuando salieron las primeras, grandes y dulcitas.
Entre
las tantas personas que conocimos en esa etapa, no puedo dejar de mencionar a
mi muy querida Esther Esté y a sus tres
niñas bellas: María Elvira, Victoria Eugenia y María Esther. Siempre muy
segura, estricta y experta, manejando a sus tres, que eran terribles y yo, todo
lo contrario, sobreprotectora y súper miedosa con Gonza. Siempre me decía que le
recordaba a una amiga suya que vivía en New York, ella con su muchachita, yo
con el mío, ambas con nuestra coca colita y nuestro cigarrito, porque entonces
fumaba ¿qué loca? ¿no? Gracias a Dios, Gonzalo y yo, lo dejamos el mismo día,
hace más de 15 años, cuando lo ingresaron de emergencia por un neumotórax. En
fin… en otro capítulo, les contaré de la amiga que vivía en New York, a la que
yo le recordaba. Por un tiempo, perdí contacto con Ester; reencontrarnos en los
últimos años, ha sido muy lindo y especial.
Y
llegó el gran día, 15 de junio de 1982... amanecí con contracciones suaves. Mi
mamá se quedó con Gonza en la casa y Gonzalo y yo, nos fuimos en el Toyota
marrón, el que, como carro rústico, de doble tracción, saltaba como una rana, o
mejor dicho, nosotros saltábamos y nos reíamos mucho, aunque la verdad es que
cuando íbamos por Planta eléctrica, una bajada súper pronunciada, yo pensé que
la muchachita se me salía antes de llegar a la clínica.
Y prácticamente, aterrizamos en la Policlínica de especialidades, en la Urbanización Casacoima de Punto Fijo, como a las 9:00 am, con dolores un poquito más intensos, que fueron aumentando, obviamente. Pero nada que ver con los mimos de Kuiko Brandt en Caracas… que no me dejó sufrir en ningún momento y subía la dosis de peridural cuando los dolores se hacían más fuertes; no, nada que ver… Resulta que me prepararon en la habitación, pasaron como dos horas y cuando ya no podía más con los dolores y el médico no venía, le grité a la enfermera que lo llamara yaaaaa, Cuando llegó, le pregunté por la peridural, y me respondió tan tranquilo y fresco, que eso sería rápido, que todo había ido saliendo perfecto y que no iba permitir que se hiciera lento el proceso por la anestesia, que no me preocupara. ¿Qué tal? Me llevaron a sala de parto y en media hora, sin anestesia, a las 12:30, en plena mitad del día, nació mi paraguanera amada, Gisela Eugenia Grooscors Álvarez. A Di Loreto, creo que le dije hasta del mal que iba a morir, pero tengo que reconocer que todo fue muy rápido, perfecto y la recuperación, no podría haber sido mejor. Al nacer, la recibió el Dr. Edgar Aponte López (†), pediatra barquisimetano, con especialización en México, asentado en Paraguaná desde 1957, famoso en la zona por haber atendido varias generaciones, y quien fuera el pediatra de mis dos hijos, en todas las etapas que vivimos en Cardón, en ausencia de mi papá, a quien seguíamos consultando todo por teléfono. En la primera época, desde teléfonos públicos en Punta Cardón, porque fijo, no teníamos en la casa y celulares, no existían.
Gisela Eugenia, la paraguanera |
Ya de vuelta a la habitación, como una hora más tarde, me sentía tan bien que lo único que quería era bañarme. Cuando le pregunté a la enfermera si me podía ayudar, me respondió con un rotundo y enfático “¡NOOOOO!, tiene que esperar entre tres y cuatro horas, porque si no, se le puede “resfriar” la matriz. ¡Madre mía! Yo pensaba y pensaba en la matriz resfriada, no salía de mi asombro, ahí sí que me sentí en el más recóndito y perdido lugar del planeta. Pero bue… cuentos del momento... hoy me río y agradezco infinitamente por todo aquello que parecía tan loco.
A la semana, llegaron mi papá y mi suegro, por unos pocos días, a conocer a la muchachita y a disfrutar del gordito consentido, que entonces era flaquito, quien ya asistía al preescolar del Centro Cívico… y fue muy lindo que los dos abuelos, asistieran y disfrutaran de la exposición de pintura de fin de año y se deleitaran con la obra de su nieto de dos añitos y medio.
Gonza con mi papá (Papapa) |
Con
un mes de nacida Gise, cuando comenzábamos a disfrutar de la nueva casita, con
nuestros dos muchachitos, llegó de visita José Rafael Cabrera, quien era gerente
de Recursos Humanos para ese momento, casado con mi querida Merifina
Chacín, quien por cierto, cocinaba manjares de dioses. La visita llegó, nada
más y nada menos que, para darle la noticia a Gonzalo de que estaba transferido
para Caracas. ¡Oh oh! ¿Cómo olvidarlo? Fue de shock. Y ahí volvimos a una nueva
aventura, que resumiré, sin muchos detalles, en el próximo capítulo, para dar
paso a lo que vino después. Continuará...
Gonzalo Armando y Gisela Eugenia Grooscors Álvarez |
💙💚💛💜💓💙💚💛💜💓
No olvides pensar, oír, contar lo bueno y hacer que la gratitud pase al siguiente nivel, porque las cosas cambian para bien, cuando la gratitud es mayor que la queja, lo certifico.
Si te gustó, no
olvides comentar y compartir con quien creas pueda disfrutarlo. Sígueme
en mabrelatos.blogspot.com y en Instagram @mabrelatos. Y si
quieres que tu nombre aparezca, por favor, FÍRMALO.
Muero por saber quien escribe comentarios tan bellos que aparecen anónimos.
Hasta pronto...
María Eugenia Álvarez Brunicardi.
Caracas, 19 de febrero de 2023
Fascinada con los relatos de Cardon un viaje al pasado que fue bellísimo!
ResponderBorrarVínculos y experiencia espléndidas de la vida que se nutre de amor y la presencia del espíritu de Dios. Gracias por compartirlos y ofrecerlos tan generosamente. Un abrazo fraterno por siempre.
ResponderBorrarRecibido por whatsapp: "¡Que bonito! ¡Te felicito! Una historia muy emotiva que confirma el viejo adagio, _la realidad siempre superará a la ficción_ y, además, le estás ganando la partida al olvido. Cada vez que plasmas tus historias, aparte de traerlas al presente y emocionar (y emocionarte) al que te lee, creas conexiones nuevas cargadas de amor con esa nueva recreación de tus recuerdos ¡Enhorabuena! 🥰🥰🥰🥰
ResponderBorrarFeliz sábado Mau, hoy me has brindado un bello despertar con tus recuerdos de esos años vividos en Falcón....Tantos momentos, que la distancia, nos impidió disfrutar juntos como familia ......
ResponderBorrarRecibido por whatsapp: "Me encantó el relato. Por supuesto, muchos momentos que no recordaba con tanta exactitud. Me removiste. Sigue narrando tus hermosos momentos que te ha regalado la vida. Los estoy disfrutando enormemente. La vida es una aventura. Me encanta".
ResponderBorrar
ResponderBorrarHace algunos días, le pregunté a una amiga si quería que le continuara enviando los relatos por whatsapp (a veces me da pena fastidiar) y me respondió: "Siiii, por favor, lo más sabroso es tomarse el café y leer los relatos de Maucha!😍" Es verdad que disfruto un montón escribir, pero solo por comentarios tan genuinos como ese, vale la pena seguir haciéndolo.
Que bonito despertar de domingo leyendo ese tiempo de ustedes en Cardón. El nacimiento de “la paraguanera” más bonita y tantos recuerdos bellos q quedaron en tu memoria por siempre. Me encantó tu relato. Besitos de tu hermanita 😘
ResponderBorrarMau querida!! Estaba esperando esta entrega!!! Que ameno fue leer parte de esa vida particular, única y bonita! Con los mejores resultados a la vista! La hermosa familia que son así lo demuestra! Igual tus amigas que, por tu escrito se puede intuir que eran bellas personas! Una vez más disfruté tu escrito! Gracias por compartir!!
ResponderBorrarMy Tia Mau querida, me fascina oír la historia de tu vida. Siempre he pensado que tu y Gonzalo son una Bella pareja, y se que han sido padres increíbles los dos.
ResponderBorrarQue relato tan divino, para un domingo en la mañana con cafecito.
ResponderBorrar¡No me pierdo ese regreso a Caracas !
Besos y cariños desde Miami Mau queridísima ❤️
Recibido por whatsapp: "Maucha querida, me encantan tus relatos y me acercan a datos familiares que no conocía. Escribes delicioso❤️🙏🍀💋👍"
ResponderBorrar
ResponderBorrarRecibido por whatsapp: "Me fascinan tus relatos pero siempre me hacen llorar! Que aventuras de vida mi Mau bella. No puedo creer que Gisela lo que tenia era 50 años! Realmente hay que disfrutar la vida! Que comico lo de Mamama comprando todo! Me la imagino clarito!… y la ternura de los dos abuelos… demasiado bello! Gracias por compartir Mau! TQM".
Qué recuerdos más lindos y emocionantes Mau; no sabía o no me acordaba qué Gise había nacido en Cardon
ResponderBorrarMe encantan tus historias
Por mi porfa sigue escribiéndolas que disfruto mucho al leerlas
Te quiero un montón
Cómo siempre una delicia leer los recuerdos de Marucha !!! No me canso de decir que definitivamente es un DON !!
ResponderBorrarEste relato me llega muy de cerca por conocer a los protagonistas de una manera muy cercana y haber vivido algunas situaciones muy de cerca….. ya anticipó el próximo !!!! Andy
Mau no tienes idea de cuánto disfruté este relato, me imaginaba tu travesía en el Toyota para ir a dar a luz , asustada y de paso a toda velocidad con saltos de rana (me refiero al Toyota) para llegar a tiempo y pasar todo el proceso de iniciación para la llegada de Gise.
ResponderBorrarTe felicito de manera sencilla, jocosa y elegante nos envolviste en una atmósfera familiar que nos permite conocerte de manera más cercana.
Hermoso relato me fascinó,espero con mucha expectativa tu próxima entrega literaria.
Gracias por escribir y compartir tus vivencias.
Mi Mau querida !!! Que hermosa la continuacion de tu narrativa en Cardon y los detalles tan elocuentes … he estado un poco ocupadita pero en lo que vi que este fin vendría tu narrativa me dije: sólo voy a ver el comienzo y luego sigo … que va, no pude dejar de leer hasta el final y con la misma emoción de todas las narraciones …. Me involucro y me parece haber estado en todos esos sitios y realmente lo vivo … en ocasiones me rio y en otras lloro … eso es lo que hace un escritor y nuestra Mau con ese don que tiene, lo logra a la perfección …sigue Mau con la emoción que llevas y sigue recibiendo las bendiciones del Señor. Abrazos grandísimos
ResponderBorrarRecibido por whatsapp: "Son estos relatos cortos, los que hacen la vida grata, para evocar a quienes partieron antes, dejando tantas bellas reminiscencias para nunca olvidar. Aprendí algo... que la matriz se resfria 😂😂. Páginas de vida que no se olvidan".
ResponderBorrarGracias por plasmar esos recuerdos tan lindos por aqui… sin duda Cardon pero sobre todo la casita de Manaure y lo vivido en esa epoca tiene un lugar especial en mi corazon… un abrazo! Maria Cecilia M
ResponderBorrarRecibido por whatsapp: "No se imagina mi muy apreciada Sra. Maucha, como estos relatos ayudan en estos días a mi vida. El agradecer más y no quejarme, el pensar que la vida te sacude para que reacciones y agradezcas y valores lo que somos y podemos ser en el futuro muchas gracias!!"
ResponderBorrarRecibido pir whatsapp: "Que lindo Mau, me encanta leerte, son muy tu 😘"
ResponderBorrarImpresionada por tu buena memoria. Me hizo revivir cuarenta y pico años atrás. Muy agradecida con Papá Dios por tantos años de amistad. Que cantidad de experiencias vividas!!
ResponderBorrarMau querida, amiga de la vida, haber compartido hermosos años en Cardón con uds, fue lo máximo!!! Me reí como no sabes 😅😅😅 cada anécdota que tenemos de tantos momentos. Recordar esos años me llenan de emoción y también de nostalgia....Recuerdo haber ido a visitarte apenas nació Gise!! Yo también extraño mucho a María Cecilia, nuestra amiga, la que inventaba disfraces en Carnaval y mil cosas más, tan bella💝 se fue demasiado pronto....Te quiero Mau, y sigo usando "enteramente" jajjajaja muchos me preguntan que significa jajjajajaj Adoro leerte, un abrazo grande amiga💥
ResponderBorrar