¡Bienvenidos a mi relato N° 38!
Hoy, la Iglesia
católica celebra la Solemnidad de Pentecostés, día en que se conmemora la
venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los apóstoles, cincuenta días
después de la Resurrección de Jesucristo.
«Al llegar el día
de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la
casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego
que se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu
Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía
expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de
todas las naciones que hay bajo el cielo». Hechos
de los Apóstoles 2, 1-5
Lo prometido es deuda… Tomado del libro Medgujorge, de Jesús García, la segunda parte del relato sobre ese lugar tan especial. Quedamos en que la noche del tercer día de las apariciones, Medjugorje había dejado de ser un anónimo y tranquilo pueblo de Herzegovina, y su nombre ya corría de boca en boca por las regiones cercanas de la zona.
Cuarto día. 27 de junio. Comenzaron las hostilidades contra los
muchachos y sus familias. Fueron sometidos a un largo y meticuloso
interrogatorio por parte de las autoridades políticas y policiales y luego los
llevaron a un consultorio médico, siendo éste el primero, de un número
incontable de exámenes y análisis a los que han sido sometidos los seis
videntes desde 1981. Fue efectuado por médicos locales, quienes los declararon
perfectamente sanos y equilibrados. A la hora de comida los devolvieron a sus
casas.
A pesar de que
algunos de sus familiares quisieron prohibirles que subieran al monte, fue
imposible detenerlos. Esa tarde, el número de personas que pasaba el millar,
les esperaba en el monte, rezando el rosario. En torno a la misma hora de los
días anteriores, vieron de nuevo los tres rayos de luz, se dirigieron al lugar
y cayeron en una especie de ausencia de tiempo y espacio, igual que las tres
veces anteriores. Cuentan los chicos que después de rezar algunas oraciones con
la Virgen, les habló mucho, porque ellos no paraban de hacerle preguntas. De
los sacerdotes les dijo: “Han de creer firmemente y han de cuidar la fe del
pueblo”. Ese día tuvieron otra aparición más, todos juntos, al pie del Podbrdo,
cuando volvían a sus casas, en la que la Virgen les dijo: “No tengan miedo de
nada” y se despidió diciendo: “Que Dios esté con ustedes, mis ángeles”.
Quinto día. 28 de junio. Era domingo, las autoridades estaban realmente
asustadas, porque parecía que aquello se escapaba de su control. Unas quince
mil personas inundaron Medjugorje. Una
sensación de miedo mezclada con esperanza, se apoderaba de la gente que aquella
tarde avanzaba a los chicos hacia el monte. A la hora de siempre, los niños se
arrodillaron de golpe, todos al mismo tiempo y de nuevo se mostraron ausentes.
Un grupo de voluntarios los rodeaba y los protegía de la multitud que se
agolpaba contra ellos para verlos. Contaron que rezaron un Padrenuestro con la
Virgen, luego ella guardó silencio en el Avemaría y los acompañó al final con
el Gloria. Uno de los niños le pidió que se apareciera en la parroquia ante
todo el mundo y ella respondió: “Bienaventurados aquellos que sin haber visto
han creído”. Y les pidió rezar y pedir oraciones a todos los demás. Al terminar
la aparición, se notaba un estado general de alegría entre la gente, a pesar
del calor y el sol inclementes a los que habían estado expuestos.
Sexto día. 29 de junio. Ese lunes por la mañana, los jóvenes fueron
detenidos nuevamente por las autoridades. Los llevaron a Mostar, donde estaba previsto que un equipo
psiquiátrico los examinara para declarar que eran unos farsantes o unos
enfermos; lo cual no ocurrió, ya que los médicos entre los que había una mujer
musulmana, los declararon normales y sanos de mente y dejaron escrito en su
informe: “los niños no están locos sino quien les trajo aquí”.
Las noticias
sobre Medjugorje ya habían salido en la prensa local, lo que era un desafío
para un régimen gubernamental oficialmente ateo, en el que se declara que Dios
no existe y en el que, por tanto, la Virgen María no tiene cabida en los medios
de comunicación ni como figura del Belén.
Los jóvenes
regresaron a casa al mediodía. En la tarde, volvieron al monte, donde una
multitud les esperaba, rezando el rosario. La Virgen dijo ese día a los
videntes: “Hay un solo Dios, una sola fe. Creed fuertemente y confiad”.
Ese día ocurrieron curaciones físicas entre los muchos enfermos que acudieron allí, de las que existe constancia y documentación en la parroquia, pero que no se permite publicar ni dar a conocer con detalles, pues según dicen, es secreto de los afectados.
Séptimo día. 30 de junio. Las autoridades se las arreglaron para engañar
a los niños, buscando la forma de detener la afluencia de gente. Utilizan a dos
señoras de la aldea que, con la excusa de aliviarles el agobio de la multitud, les
proponen dar un paseo en carro. El paseo se hace más largo de lo previsto y los
muchachos se dan cuenta de que no llegarán a tiempo para la aparición y
convencen a las mujeres de que se detengan unos momentos antes de la hora
habitual. Estaban al otro lado del monte, pero llegada la hora, los cinco
chicos, porque faltaba Iván que se había quedado en casa, caen en éxtasis allí
mismo en la cuneta. Los únicos testigos fueron las dos mujeres que oyeron a los
niños cantar y rezar siete veces Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
El 12 de agosto
el ejército se desplegó en Medjugorje como si hubiese una guerra. Desplazaron
helicópteros, camiones con soldados, perros y controles de carretera en todas
las entradas al pueblo. Pero los chicos siguieron teniendo las apariciones en
el lugar donde estuvieran.
Ellos solo sabían,
que cada día, cuando faltaban veinte minutos para las siete p. m., la imagen
aparecería. Solos, en grupos de dos o de tres o los seis juntos, todos los días
a la misma hora, tenían la experiencia mística del éxtasis, en que se quedaban
ausentes del contexto temporal y sensorial que los rodeaba.
Según los
testimonios de los videntes, ya adultos, siguen teniendo las apariciones, con
diferente frecuencia unos de otros, pero siempre se trata de la misma joven de unos 18
años, de indescriptible belleza y voz maravillosa.
Continuará en una
próxima entrega, donde les contaré sobre el mensaje de Medjugorje, lo que se
conoce como las cinco piedras…
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favor, ESCRIBE TU NOMBRE en el comentario, si no quieres que
aparezca anónimo. Me encantaría conocer al remitente.
«Donde
tu corazón encuentra palabras de aliento y esperanza
cuando tú estás confundido… ¡Ahí es!»
@_conmdemaria y @lespinosarlc
Nos vemos pronto,
Dios mediante.
María Eugenia Álvarez Brunicardi (Maucha).
PPD
Caracas, 28 de mayo de 2023
Gracias Mau por compartir estos hermosos relatos. Feliz día de Pentecostés. Que el fuego del Espíritu Santo jamás se apague en nuestra vida.
ResponderBorrarBetsy
Bella historia Mau; creo haber oido de ella ante. Esperaremos con anticipacion su continuacion en “Las Cinco Piedras”. Un beso grande de tu hermano.
ResponderBorrarHermoso e interesante relato Mau, sobretodo porque es en la época actual y los muchachos siguen teniendo las apariciones. Esperando la continuación. Gracias !!!
ResponderBorrarGracias maucha por tu entrega y dedicación. Que gran historia, Gracias por compartirlo.
ResponderBorrarMuy inspirador escuchar sobre estas apariciones en estos años actuales. Feliz día de Pentecostés 🙏 Cristy
ResponderBorrarFeliz domingo de Pentecostés Mau!!!!, lindo que hayas escogido para hoy , la historia de las apariciones de la Virgen.... María la primera en recibir al Espíritu Santo, sigue con nosotros , alentándonos y llamándonos a ser cada día mejores...
ResponderBorrarMuy hermosa historia Mau.
ResponderBorrarOportuna en momentos tan dificiles para la humanidad.
Gracias, espero la continuacion.
Mariela
Mi Mau querida, Qué hermosa historia!! Gracias por compartir!! Pendiente de la continuación!! Te mando abrazos!!!
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