¡FELIZ Y BENDECIDO DÍA DE LA MADRE!
¡Bienvenidos a mi
relato N° 37!
Imposible dejar de dedicar un párrafo de reconocimiento a la bella Eucaristía celebrada ayer 13 de mayo, en Santo Tomás Apóstol, para homenajear a Nuestra Señora del Rosario de Fátima, patrona de Portugal. Cantos y oraciones de los fieles, intercaladas entre portugués y español; hermosas y sentidas palabras del Padre Porras en su homilía, dedicadas a La virgencita en su día, en el que mencionó, con inmensa gratitud, el trabajo duro y honesto de los portugueses en nuestro país, en momentos duros en los que tantos europeos se vieron obligados a emigrar por la guerra, llegando a nuestras tierras en busca de un futuro mejor y contribuyendo con ello a la construcción de una Venezuela próspera; también hizo alusión a su aporte para ayudar a propagar la fe católica, a través de su devoción a la virgen y de su profunda vida espiritual. Y en segundo lugar, recordó a la enorme cantidad de venezolanos que están fuera del país, a quienes ahora les ha tocado emigrar, la obligación de llevar la fe alegre y contagiosa de nuestro pueblo, al mundo entero, haciendo especial mención al continente europeo.
Ahora sí... regreso al camino... Luego de la
interminable espera de un año para que abrieran las fronteras cerradas por la
pandemia, a mediados de junio 2021, logramos entrar a España y disfrutar casi
cinco maravillosos meses con nuestra hija Gisela, en Santander. A finales de
octubre de ese mismo año, minutos antes de salir para el aeropuerto a tomar un
vuelo hacia Madrid de regreso a Caracas, tristes por despedirnos, pero felices
y agradecidos por los días disfrutados con Gise, ella me hizo uno de los
regalos materiales más bellos que he recibido en la vida: un libro llamado Medjugorje. La dedicatoria y el libro compitieron, a ver cuál me haría más feliz. Si quieren saber... ¡Quedaron empatados! 😉
Desde entonces he
pensado escribir sobre el libro. Y hace poco decidí
comenzar a releerlo para contarles, aunque sea solo un poquito de lo mucho que
encierran sus maravillosas páginas. Feliz de hacerlo hoy, 14 de mayo, día de fiesta en el Cielo por el cumpleaños
de mi mami amada, María Eugenia Brunicardi de Álvarez, día de la madre en Venezuela y en el mes de la Santísima Virgen…
Mejor momento, imposible.
El autor del libro es Jesús García @jesus_gospa, periodista, escritor y productor audiovisual, español, quien estructura el contenido del mismo en cuatro partes: el fenómeno; los protagonistas; frutos, anécdotas y testimonios de Medjugorje y la parroquia de Medjugorje a día de hoy.
En la
contraportada del libro encontramos dos breves, pero valiosísimos párrafos, que cito a continuación, para ponerlos en contexto:
«Medjugorje era
una pequeña y aislada aldea católica de la antigua Yugoslavia. En 1981, un
grupo de seis adolescentes aseguró encontrarse con la Virgen María. Casi cuatro
décadas después, millones de peregrinos han acudido a este lugar».
«¿Cómo se gestó
este fenómeno social y religioso durante una dictadura comunista en una zona de
Europa cuya población es mayoritariamente musulmana? ¿Quiénes son los videntes
y qué mensajes han recibido? ¿Por qué se producen tantas conversiones y cambios
de vida en un lugar tan remoto?».
Hoy me limitaré a
describir el lugar, y contarles brevemente, solo una parte de las primeras
apariciones, que ocurrieron durante 7 días consecutivos.
El monte Podbrdo, es el lugar donde comenzó el fenómeno el 24
de junio de 1981, cuando seis muchachos de la aldea dijeron haber visto a una
mujer de aspecto celestial que, con un bebé en sus brazos, les hacía señas para
que se acercaran. Durante los primeros días este monte fue escenario de tantos
episodios iguales, que casi dos meses después, el ejército yogoslavo bloqueó y
prohibió el acceso, ya que se convirtió en centro de reunión de más de quince
mil personas que diariamente acudían al lugar a rezar, lo que, en los regímenes
comunistas como el que había en Yugoslavia para esa época, no era algo bien
visto. Actualmente se encuentran allí, esculturas de bronce que representan los
misterios del rosario. El punto culminante del monte destaca por una imagen de
la Virgen María hecha en mármol blanco, llevada desde Corea del Sur, por lo que
es llamada “la Coreana”.
El monte Krizevac (Monte de la cruz) es el segundo lugar de conocimiento obligado;
es otro monte más alto que el anterior y como su nombre indica, está coronado
por una enorme cruz de hormigón que se ve desde kilómetros de distancia,
construida por los habitantes de Medjugorje. Actualmente existen esculturas de
bronce como las que hay en el Podbrdo, pero representando éstas, las estaciones
del Vía Crucis. En este monte los videntes han vivido multitud de apariciones
de la Virgen, sobre todo al inicio del fenómeno cuando el ejército prohibió el
acceso al Podbrdo. Los videntes y testigos de la época cuentan como anécdota
divertida que, desde el Krizevac, veían de noche, las linternas que vigilaban
el otro monte. En este monte, hay que subir duras pendientes para llegar a la
cima, donde se encuentra la enorme cruz que, según dicen, esconde en su
interior un pedazo de la verdadera cruz de Cristo. Se divisa desde allí, todo
el Valle de Medjugorje.
La Parroquia es el tercer lugar en este mapa. La Iglesia de
Medjugorje era demasiado grande para una población tan pequeña como la que
había en 1981, cuando fue construida, por lo que no se llenaba nunca. Cuentan
que cuando el arquitecto encargado de diseñarla mostró los planos, los
franciscanos y lugareños de la zona, se molestaron con él por querer hacerla
tan grande. Él había visto en sueños como se quedaría pequeña en no mucho
tiempo. La iglesia es enorme, con dos torreones que se ven imponentes, frente a
la ausencia de edificios altos, pero artística y arquitectónicamente hablando,
no tiene nada de especial. Por dentro es sencilla, sin ornamentos ni adornos,
solo lo elemental. Las dos únicas imágenes que tiene, son la de Santiago
Apóstol, patrón de Medjugorje y de los peregrinos y una de la Virgen de
Lourdes, en un lateral.
El relato de los
primeros días de las apariciones lo rescató Jesús García, autor del libro, de
una crónica escrita por uno de los primeros hombres que se apersonó en
Medjugorje al comienzo del fenómeno, siguiendo los hechos con apertura y
prudencia. Se trata de Fray Ljudevit Rupcic, sacerdote y fraile
franciscano, admirado por muchos y respetado por todos, nacido en 1920 en
Herzegovina, quien fue ordenado sacerdote en 1946, bajo un régimen comunista,
en tiempos muy duros para los católicos en Yugoslavia. Con un sorprendente
currículum, pero recordado principalmente por la traducción del Nuevo
Testamento del latín al croata, con la que se imprimen las ediciones actuales
de la Biblia, en Bosnia y Herzegovina y en Croacia. Desde el principio observó
el fenómeno como sacerdote y como profesor, pero su opinión quedó clara cuando
un teólogo le comentó que todo lo referente a Medjugorje era obra de Satanás.
Cuando Fray Rupcic vio los confesionarios en el lugar, en una jornada en la que
los sacerdotes no se daban abasto para atender a todos los peregrinos, pensó:
“Si esto es obra del demonio, ha ocurrido el mayor milagro jamás habido, y es
que Satanás se ha convertido”. Hombre cálido, sensible a las necesidades del
prójimo, humilde y con humor fino y atrevido, falleció a los 83 años, un 25 de
junio, aniversario de las apariciones.
La historia comienza
la tarde del 24 de junio de 1981, como a las 5:00 pm, en la que dos amigas, Ivanka Ivankovic y Mirjana Dragicevic (vivía en Sarajevo y fue a pasar el verano),
ambas de 16 años, salieron a dar un paseo por las faldas del monte. De pronto,
Ivanka le dice a Mirjana: “Creo que la Gospa (palabra con la que se refieren
los croatas a la Virgen María) está en el monte”. Mirjana la ignora por lo
absurdas que le resultan sus palabras, sigue caminando y la deja atrás. Pocos
instantes después, se encuentra con Milka
Pavlovic, una jovencita que está guardando las cabras de la familia, y a Vicka Ivankovic, de 17 años, que andaba
buscando a las dos primeras. Mirjana decide desandar con Milka y con Vicka los
pasos dados desde donde dejó a Ivanka.
Cuando llegan al
lugar, las tres muchachas ven también a cierta distancia, a una hermosa joven
de unos 18 años, ojos azules, pelo oscuro, tez blanca y mejillas ligeramente
sonrosadas, que sostiene en sus brazos a un bebé al que no logran ver, aunque
notan que se mueve envuelto en una manta. La joven lleva un vestido azul claro y
un velo blanco cubriendo su cabeza, hombros y espalda; de una belleza
indescriptible, no pisaba el suelo, sino que flotaba a un metro de altura sobre
él y sus pies estaban cubiertos por una nubecilla blanca. Vicka fue la única
capaz de reaccionar, más por miedo que por otra cosa y salió corriendo. En su
carrera, se encuentra con dos muchachos que conoce bien; Iván Dragicevic e Iván Ivankovic, quienes sorprendidos
por la actitud de Vicka, deciden ir con ella al lugar, que estaba a unos 50
metros.
Al llegar allí,
ven a Mirjana, Ivanka y Milka de rodillas y cuando miran en la misma dirección
que ellas, ven a la mujer descrita. Estando todos juntos, la mujer les hace
señas con una mano para que se acerquen, y entonces los seis salen corriendo,
asustados por lo que vieron.
Al día siguiente,
el 25 de junio, comienzan las preguntas
a los chicos, las dudas y hasta burlas, por lo extraño del relato; el miedo de
padres y familiares, porque las manifestaciones religiosas estaban prohibidas.
Un grupo de familiares propone a los jóvenes, acompañarles esa tarde, al mismo
lugar, a ver si hay alguna señal o si la mujer vuelve a aparecer.
De los 6 chicos,
2 no estuvieron la segunda tarde, Milka, porque a su madre no le gustó la idea
y la entretuvo en otras cosas y tampoco Iván que debía ir al campo a trabajar.
Pero Marija, hermana mayor de Milka
y un niño de 10 años, Jakov Colo, se
unieron a la expedición.
Cuando comenzaron
a subir el monte, los muchachos salieron corriendo a toda velocidad hacia
arriba. Dicen haber visto una especie de rayos o flashes de luz sobre el monte,
tres seguidos, tras los que sintieron un impulso muy fuerte de subir a lo alto.
Según los testigos, los seis chicos iban tan deprisa que “parecían volar sobres
las piedras, como si tuvieran alas en los pies”. Unos minutos más tarde, cuando
llegaron al lugar, los familiares y personas que les acompañaban, vieron a los
seis chicos de rodillas, que no respondían a sus llamadas ni a sus gritos y no
se movían ante sus empujones. Sus cuerpos estaban rígidos y parecían haber
cobrado un peso desproporcionado para la edad. Lo único que hacían algunos, era
mover los labios como si hablaran sin emitir sonido, y mover la cabeza como
asintiendo o negando. La gente decía que sus caras se veían radiantes y sus
sonrisas se mezclaban con lágrimas de alegría. A los 30 minutos, recobraron el
sentido, pero no hablaban, se abrazaban entre llanto y risa.
Ese día, contaron
haber visto de nuevo a la Virgen María, pero ahora sin el niño, como a uno o
dos metros, bella, sonriente y alegre
Cuando los testigos llegaron tras ellos, de nuevo se encontraban como ausentes de la realidad. En un momento dado, antes de que los testigos llegaran, Vicka, que por sugerencia de su abuela, había llevado un frasquito de agua bendita, se la tiró a la imagen, mientras le gritaba: ”Si tú eres nuestra Madre bendita, quédate con nosotros. Si no, vete y déjanos en paz”. La reacción de la mujer fue sonreir, ante lo que Mirjana decidió preguntarle quien era. “Soy la Bienaventurada Virgen María”, respondió.
Cuando los chicos
reaccionaron, ya rodeados de una multitud que amenazaba con aplastarles,
decidieron bajar el monte hacia su casa y encontraron a Marija llorando entre
los matorrales. Había sentido de nuevo aquella “llamada”, estando aún en lo
alto y bajó sin que nadie notase su ausencia. Se le había aparecido de nuevo la
virgen, pero de manera muy diferente a como lo había hecho a todos minutos antes. Iba vestida de negro y
pidió paz, paz y solo paz. Luego apareció detrás de la Virgen una cruz y ella
volvió a hablar diciendo: “La paz debe reinar entre el hombre y Dios, y entre
todos los hombres”.
Esa noche Medjugorje había dejado de ser un anónimo y tranquilo pueblo de Herzegovina, y su nombre ya corría de boca en boca por las regiones cercanas.
Continuará... No sé cuándo,
pero seguiré escribiendo sobre las apariciones de la Virgen en
Medjugorje, sobre los videntes, los mensajes y muy especialmente, quisiera compartir sobre los frutos, las maravillosas consecuencias de que la
Virgen haya aparecido en ese lugar, al que ¡¡¡sueño poder ir algún día con Gisela!!!
💗💙💚💛💜💝💗💙💚💛💜
Nos vemos pronto,
Dios mediante.
María Eugenia Álvarez Brunicardi
(Maucha).
Caracas, 14 de mayo de 2023
Mi Maucha querida!! Este relato sobrepasó lo bello y lo sublime!! Te cuento que lo quiero leer varias veces y a ti, te bendigo en este día especial!!! Te quiero mucho! Y me siento feliz de ser tu ANDTLV!!
ResponderBorrarBellísimo relato manita. Me encantó y realmente espero q puedas ir algún día con Gise a ese lugar. Muchos besos y Feliz día de la Madre y cumpleaños de la nuestra.
ResponderBorrarTu hermanita Irene
Muy bella historia Mau. Coincidentemente, tuve la oportunidad de visitar Yugoslavia por trabajo, en sus estertores como país, en las últimas décadas del siglo pasado. Muy bellamente escrita y narrada con esa sencillez característica en tu estilo. Te felicito y te admiro y quiero cantidad. Tu hermano
ResponderBorrarMuy inspirador relato. Que privilegio poder ver a la Virgen! Muchas bendiciones por tu trabajo de escritora y muy feliz día de la madre. Cristy
ResponderBorrarQue disfrute leerte y compartir el encuentro de los privilegiados jóvenes yugoslavos. Gracias!!
ResponderBorrarVía WhatsApp:
ResponderBorrar"Que historia tan hermosa Mau! Me gustó mucho y estare atenta a futuras publicaciones. Gracias".
Hermosa historia contada como siempre con gran sencillez y majestuosidad,. qué dicha el poder algún día pisar los suelos de Medjugorje aldea bendita por la aparición de la Virgen María, Nuestra Madre bendita se manifiesta siempre. esas son manifestaciones importantes para los católicos.
ResponderBorrarNo conocía está manifestación Mariana , me encanta que a través de ti pueda adquirir nuevos conocimientos.Mil gracias ,espero más,un fuerte abrazo querida Mau
¡Qué hermosura de relato mayu! Me encantó!!!!!! Iremos juntasssss claro que siiiii!! Ella nos llevará a sus pies! Tamooooo 💛
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