HABEMUS SEIS GOTAS

¡FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO!

Pocos días después de haber vivido un reencuentro familiar soñado, junto a hijos y nietos amados, quiero compartir una noticia que me hace muy, muy pero muy feliz, y se trata de la publicación de mi novela: 

Seis gotas para el océano.

Seis gotas para el océano son historias que cuentan la vida de seis mujeres, de diferentes razas, nacionalidades, culturas, religiones y profesiones, nacidas entre 1943 y 1993 y cuyas edades oscilan entre los 30 y los 80 años. A pesar de las diferencias entre ellas, una semejanza interior importante, las lleva a un punto de encuentro en el camino, en la vida, en el mundo... del mismo lado o del otro lado del océano.  

Es algo muy diverso a lo que he escrito hasta ahora, pero como siempre, con todo el amor del mundo... y creo que quienes me leen, aún sin saber que es de mi autoría, reconocerían mi pluma en sus líneas.

Seis gotas para el océano, nace con el deseo de dar vida a personajes ficticios, evocando y mezclando recuerdos en cada uno, con base en referentes personales y en hechos verdaderos. Su contenido es bastante realista, con el inevitable matiz soñador que me caracteriza y aunque su finalidad es entretener, deja una puerta abierta a la reflexión.

La verdad es que nunca tuve una amiga imaginaria en mi infancia, pero crearlas a ellas a mi edad, además de ser un hallazgo enriquecedor y muy divertido, resultó ser lo más lo más parecido a tener amigas imaginarias.

El domingo pasado, antes de comenzar la misa de 8:00 am, frente al Cristo resucitado de la Iglesia Santo Tomás Apóstol, el Espíritu Santo me sopló que Seis gotas, es simplemente, una invitación sutil, novelada y entretenida, a hacer el bien, a amar y a servir, encarnada en personajes totalmente opuestos entre sí. 

A propósito de lo anterior, recordé que un día, alguien queridísimo, que había leído el manuscrito, me dijo con la mejor de las intenciones, que mis personajes eran demasiado "pure soul" o "alma pura". Aunque me reí mucho en el primer momento, luego me preocupé, intenté cambiar la trama, inyectar "maldad", "picante" a cada una y a sus respectivos entornos; no sabía qué hacer, pero enseguida caí en cuenta de que así soy, no sabría hacerlo de otra manera y eso me encanta. No importa si hice spoiler o si esto me resta como escritora, porque así como siento y pienso, igual escribo. Y la verdad es que quiero y agradezco tanto al lector que me lo dijo, como lo que me dijo; no se imagina cuánto me ayudó... y hoy, me sigo riendo igual que en ese primer momento.

Dediqué el libro a tres mujeres que, por razones muy diversas, han sido referentes en mi vida...

A María E., mi madre, origen de esta vena, porque crecí viéndola dedicar gran parte de su vida al trabajo social, como presidenta de la Cruz Roja venezolana, como subdirectora de la Fundación del Niño y como miembro de la directiva de muchas otras organizaciones de ayuda a la comunidad. Al origen de esa vena me refiero, porque la de escribir, se la debo a mi padre, Pedro J., quién lo disfrutaba enormemente y lo hacía muy bien.

A mi hija Gisela, mi luz, mi motor y mi inspiración, que además de lo inquieta, creativa, trabajadora y perseverante que es, también es paciente, calmada y humilde.

Y a mi cuñada Gabriela, mi hermana del alma, quien partió prematuramente de este plano terrenal, hace más de siete años y que me dejó con su vida, testimonios importantes de humildad, entrega y donación.

Una vez más, tuve el privilegio de contar con un equipazo que me ayudó a hacerlo realidad y con el que ha sido espectacular trabajar.

Desde USA, la portada y las ilustraciones de mi hermano, Víctor Álvarez Brunicardi, @alvarezbrunicardi, arquitecto y artista plástico, insuperable, “el mejor del mundo mundial”; nadie mejor que él, para dar vida a mis personajes con tal semejanza; y de quién no solo valoro el talento, agradezco infinitamente sus observaciones y comentarios sobre el manuscrito, que fueron de otro nivel y con pocas, pero contundentes palabras.

Desde España, el diseño y la diagramación de mi hija, Gisela Grooscors Álvarez, diseñadora gráfica y directora creativa de una agencia de publicidad en Santander, quien con todo el amor y la paciencia del mundo, abrió unos cuantos espacios para su mami, a pesar de lo ocupada que está entre trabajo, labor social y apostólica, más su nuevo emprendimiento @wosa_sportswear, para tocar Seis gotas con su varita y darle el toque final mágico.

Desde Suiza, Margarita Martínez @_conmdemaria, influencer católica, laica consagrada del Regnum Christi, me hizo el honor de incluirme dentro de su bella y apretada agenda evangelizadora, para abrir una ventanita al océano, en la que, con mucha delicadeza, concentró lo que intenté proyectar a través de mis líneas. Los que me conocen bien, saben que la palabra “prólogo” no me encanta, y la verdad es que amé “Una ventana al océano”, nombre que Margarita eligió para reemplazarla.

Revisión detallada, afectuosa e internacional, de ocho maravillosos y profesionales lectores beta, desde diversos rincones del mundo: Gloria Cristina Grooscors, compañera VIP de esta travesía, y Julio Segundo Grooscors, ambos desde San José, Costa Rica; Víctor Álvarez Brunicardi, desde Florida, USA; Andy Green de Rojas, desde Barcelona, España; Mariela Brunicardi Diaz, desde San Juan, Puerto Rico; Blanquis Briceño Sanabria, desde Bogotá, Colombia; Blanca Yantany Gil de Rodríguez y María Teresa González Urdaneta, ambas desde Caracas, Venezuela. Más la revisión ortotipográfica de Janet Salgado, en Caracas. Me resultó súper enriquecedor contar con la óptica de cada uno y conocer sus diferentes puntos de vista.

Y como siempre, Gonzalo Grooscors Villapol, conmigo… leyéndome o no, criticándome o no, pero siempre cerca y ayudándome a enfocar o a centrar, cuando me salgo de la rayita o pierdo las perspectivas.

El último año ha sido un ir y venir, escribir, revisar, volver a revisar, cambiar, quitar, poner, borrar, agregar, dudar y seguir dudando si lo publicaba o no, pero he de reconocer que, Blanquis Briceño, consagrada del Regnum Christi, una de mis lectoras beta, sin mencionar la palabra publicar, y sin ella saberlo, fue quien me dio el empujoncito final que me faltaba. Fue de las últimas personas en leer el manuscrito, y al terminar, me escribió un texto de tres párrafos, cada uno, más bello y sentido que el otro, tanto así, que me dio vergüenza compartirlo completo, primero, porque lo sentí como una falta de modestia horrible, y segundo, porque creo que me pone la vara muy alta frente a los posibles lectores, que podrían esperar más de lo que realmente encontrarán, así que, decidí compartir solo el último de esos párrafos, que me llenó el corazón:

«Lo he saboreado como una torta tres leches que no quieres que se acabe; como un chocolate Savoy que deshaces en tu boca esperando saborear hasta el último trocito... Y me ha quedado un sabor rico en el alma... Porque te deja un mensaje profundo... te deja pensando... te interpela... simplemente "te cautiva". Gracias por la confianza de poner este tesoro en mis manos. Deseo de todo corazón que estas líneas tengan LUZ y lleguen a muchos corazones».

Coloquialmente hablando, fue «mucho con demasiado» aunque no puedo dudar de su objetividad por el cariño que me tiene, ya que, así como es apasionada, también es muy sincera, genuina y todo lo que dice, sale de su corazón. Solo ¡gracias infinitas, muchachita querida, mi monjita favorita! porque esas palabras me hicieron recordar que escribí Seis gotas… desde y con el corazón, y que podría tocar muchos otros, mientras entretiene.  

Aunque después de aquel momento, no faltaron contratiempos que me hicieron dudar de nuevo, y no una, sino muchas veces; hoy, gracias a la paz y al apoyo de Gisela y en manos de Papá Dios, puedo afirmar con absoluta certeza y una alegría inmensa que, ¡habemus Seis gotas para el océano!  

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Seis gotas para el océano está a la venta en Amazon en libro físico, tapa blanda.

PARA ESPAÑA   https://www.amazon.es/dp/B0CMXYJXP2  

PARA USA    https://www.amazon.com/dp/B0CMXYJXP2 

Y cierro con la frase de Santa Teresa de Calcuta que abre mi libro:

«El océano está hecho de gotas, así que tu gota es importante porque, con otras gotas podemos hacer un océano».

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¡Nos vemos pronto, Dios mediante!

María Eugenia Álvarez Brunicardi. (Mau 😉)

@mabrelatos y @abelitamau

http://648a4cbc3276b.site123.me/

Caracas, 12 de noviembre de 2023

PPD