¡FELIZ Y
BENDECIDO LUNES!
Una
vez más, una celebración de nuestro muy querido padre Carlos Porras, me lleva a
adelantar mi publicación quincenal, para poder transmitirla en caliente, saliendo
del horno.
Para quienes no lo conocen, el padre Porras fue miembro del equipo
directivo del Seminario Mayor Santa Rosa de Lima; realizó estudios de Derecho
Canónico en Roma; fue el primer rector de la Capilla La Milagrosa en El Placer;
y ha sido párroco de varias Iglesias de Caracas: Nuestra Señora de la Encarnación
del Valle, San Benito en San José del Ávila, La Ascensión del Señor en Cumbres
de Curumo, San José en Chacao, La Caridad del Cobre en Santa Paula y Santo
Tomás Apóstol en La Trinidad, parroquia en la que permaneció durante 13 años y
de donde sale hoy, para cumplir la nueva misión encomendada por el
Excelentísimo Señor Cardenal, Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo Metropolitano
de Caracas, de regresar como párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Caridad
del Cobre, en Santa Paula.
En casi todas las Iglesias de Caracas, hemos acompañado al Padre
Porras, no será diferente ahora que está en Santa Paula.
Invitada por el nuevo párroco, quien dejó sobre mi humilde pluma,
la tremenda responsabilidad de cubrir el evento de su toma de posesión y
elaborar una crónica para el libro de la parroquia, intenté hacerlo, lo más
cercano posible a la realidad, sin extenderme demasiado en detalles…
describiendo el lugar y narrando cada momento de tan solemne celebración.
Ayer, domingo 19 de noviembre de 2023, llegamos a la misa de 12:00,
en Santa Paula, con el templo a reventar de gente, para la toma de posesión del
nuevo párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, el Presbítero
Carlos Leonidas Porras Miranda, Eucaristía presidida por Monseñor Benito Méndez Bracamonte,
obispo ordinario militar para Venezuela y concelebrada por diez sacerdotes.
La
Caridad del Cobre es una de las iglesias más frescas, modernas e iluminadas de
Caracas, remodelada bajo la gestión anterior del Padre Porras. El Cristo
resucitado de madera, con sus brazos abiertos, suspendido en el aire, en la
parte posterior del altar y su bosque de bromelias al fondo, más la vegetación del
lado derecho de la iglesia en sus cuatro enormes ventanales, crean un ambiente
de naturaleza, de paz y armonía, que invitan al recogimiento y a la oración.
Sin
más preámbulo, nos adentramos en esta celebración preciosa, alegre y festiva de
la cual desconocía cantidad de detalles y que disfruté enormemente.
Una
sentida monición de entrada, mostró la bendición por la llegada del nuevo
párroco y la gratitud por los años de servicio del párroco saliente. Seguida
por un canto de entrada e inmediatamente por los ritos iniciales.
Acto
seguido, se procedió a la lectura del nombramiento del párroco. Luego continuó la
profesión de fe y el juramento de fidelidad.
Una
vez leído el nombramiento, el Obispo sentado en la sede con la mitra puesta, dirigió
unas palabras al nuevo párroco, recordándole su misión e invitándolo a que, en
presencia de los fieles, profesara públicamente la misma fe que les debe
enseñar, haciendo su juramento de fidelidad.
El nuevo párroco, modulando perfectamente, con voz fuerte y clara, frente al Obispo, recitó la profesión de fe. Y colocando su mano derecha sobre el libro de los Evangelios, concluyó diciendo: “Que Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mis manos”.
Inmediatamente
terminada la profesión de fe, el nuevo párroco, hizo el juramento de fidelidad.
Y al terminar expresó: “Que así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que
toco con mis manos”.
Luego
se entonó el Himno del Gloria y el Obispo rezó la oración colecta, para dar
paso a la Liturgia de la Palabra, en la cual, la Primera Lectura estaba tomada
del libro de los Proverbios, seguida por el Salmo 127 y la Segunda Lectura,
tomada de La Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses.
El
Obispo, quien presidió la celebración, entregó al nuevo párroco el libro de los
Evangelios con estas palabras: “Recibe el
Evangelio de Cristo, del cual fuiste constituido mensajero; anuncia su mensaje
de salvación con deseo de enseñar y con toda paciencia, por medio de la
catequesis y de la homilía, ayudando a tus hermanos a conformar su vida con la
Palabra de Dios”.
El
nuevo párroco respondió: Amén.
Se
cantó el Aleluya.
El
párroco, se acercó al Obispo, recibió el libro, pidió su bendición y procedió a
la lectura del Santo Evangelio según San Mateo (Mt 25, 14-15. 19-21): “Como has sido fiel en lo poco, entra en el
gozo de tu señor.”
Después
del Evangelio, el Obispo hizo una homilía breve, cálida y concisa, en la que
explicó a los fieles el sentido de las lecturas proclamadas, la misión que
recibe el nuevo párroco y el significado de los ritos que se desarrollarían
después.
A
continuación, el párroco renovó sus promesas sacerdotales.
Acto
seguido, el párroco tomó posesión de los diversos lugares celebrativos. Los
fieles permanecimos en nuestros lugares, mientras se organizaba la procesión,
que salió desde al altar
hacia la puerta principal del templo, precedida
por el turiferario, luego la cruz procesional en medio de dos acólitos con
cirios y finalmente el nuevo párroco y el Obispo, asistido por dos diáconos.
Hermoso
y emotivo recorrido, en el que el Obispo entregó al párroco, los lugares
celebrativos, dirigiendo unas palabras al párroco en cada uno de ellos.
LA PUERTA DE LA IGLESIA. En la puerta de la Iglesia el Obispo entregó al nuevo párroco las llaves del edificio.
LA
SEDE PENITENCIAL. El Obispo hizo entrega del confesionario al nuevo párroco.
CAPILLA
DE LA RESERVA EUCARÍSTICA. El Obispo entregó al nuevo párroco la llave del
sagrario.
EL
BAUTISTERIO. El Obispo hizo entrega al párroco, de la fuente bautismal.
SEDE
PRESIDENCIAL. El Obispo sentado en la Sede, dirigió unas palabras al nuevo
párroco, luego se levantó y lo invitó a sentarse unos momentos en la Sede
presidencial.
ALTAR.
El Obispo invitó al nuevo párroco a besar el altar, diciéndole:
“Esta es la mesa
del Señor. Alrededor de la misma congregarás a los hijos de la Iglesia y, en
nombre de Jesucristo, presidirás la Eucaristía para que tus fieles puedan
unirse al sacrificio de Cristo y participen así de la Cena del Señor”.
Acto
seguido, se procedió a la lectura de la Oración de los fieles.
La
misa continuó como de costumbre con la Liturgia de la Eucaristía.
Luego de la oración después de la Comunión, el Obispo invitó al párroco a hablar brevemente a la comunidad. Invitación que aceptó, con su estilo característico, auténtico, diáfano y cercano, haciendo uso del don que Dios le dio, de lograr decir mucho, con pocas palabras, lo que nos permite a los fieles, salir de sus misas con un mensaje claro, grabado en el corazón. Habló del trabajo conjunto y conectado, que hacen los párrocos del arciprestazgo de Las Mercedes, al cual pertenecen su anterior y su actual parroquia. Aclaró que no estaba allí para mandar sino para liderar, trabajando con la comunidad, pero sin dejar de mencionar que la Caridad del Cobre sería una parroquia de “primer mundo”, donde las misas comienzan a la hora y terminan a la hora, donde no habrá nueve misas de aguinaldo, sino una sola que valdrá por nueve.
Una bendición solemne del Obispo, cerró con broche de oro esta
hermosa y sentida Eucaristía, permeada de un ambiente festivo, alegre, de
celebración, con el cariño notorio y visible de los fieles de esta y de otras
parroquias hacia el Padre Porras, quienes lo acompañaron en este momento tan
especial.
No es secreto para nadie mi admiración por la excelente gestión
del padre Carlos en cada parroquia que dirige, por su capacidad de síntesis y
su forma práctica, sencilla y directa de evangelizar. Estoy muy consciente de
que no es él quien actúa, sino Dios, a través de él. No por ello dejaré de
mencionar, cómo su obediencia, docilidad, preparación, sentido común y humor
fresco, lo convierten en un maravilloso instrumento del Espíritu Santo, para
guiar almas y conducir el autobús, el tren, el avión o el vehículo que, a cada
uno nos tocará abordar… “rumbo a la
patria celestial, para el encuentro definitivo con Dios”.
¡Todo el éxito del mundo en su nueva misión, padre Carlos! ¡Qué el
Espíritu Santo lo siga iluminando y la Virgen lo lleve siempre de su mano! ¡Cuente con nosotros!
Si te gustó, me encantará que lo comentes y lo compartas con quien creas puede disfrutarlo. Si tu comentario aparece anónimo, por favor deja tu nombre al final.
¡Nos vemos pronto, Dios mediante! ¡Feliz semana para todos!
María Eugenia Álvarez Brunicardi (Maucha).
Caracas, 20 de noviembre de 2023
PPD
Agradable relato. Excelente descripción. Saludos.
ResponderBorrarHermoso relato ,a través de tu narrativa estuve presente en ese majestuoso acto eclesiástico,es una bendición contar con la presencia del Padre Carlos Porras y con tu excelente forma de narrar lo acontecido.
BorrarNo se equivocó el padre al delegarte tan extraordinaria misión.
Felicitaciones,me encantó!!!
Con cariño Elia Ferreira
Maucha querida! Hermoso y auténtico relato de la actividad eclesiástica de ayer!! Razón tuvo el Padre Carlos Porras en asignarte la labor narrativa de ese evento único! Gracias en nombre de toda la gente que nos acompaña! Disfruté enormemente tanto esta lectura, como la Liturgia de celebración de ayer domingo 19 de noviembre!
ResponderBorrarMaucha un gran abrazo. La descripción de esa actividad en la Iglesia es maravillosa, tanto que leyéndola sentí que estaba allí y participando con todos quienes estuvieron presente. Felicidad y bendiciones para nuestro párroco
ResponderBorrarQuerida Maucha. Gracias por tan excelente y pedagógico relato sobre la toma de posesión del Padre Carlos. Que alegría para los parroquianos de Santa Paula contar de nuevo con tan extraordinario líder pastoral
ResponderBorrarVía WhatsApp: "Mau! No sabía lo del Padre Porras y no encuentro una mejor y hermosa manera de enterarme que a través de tu ágil y ya experimentada pluma.
ResponderBorrarMuy completo y sobre todo se respira el cariño y respeto por la persona y el sacerdote.
Dios y la Virgen lo bendigan en su nueva misión.
Gracias por pensar en mí para compartir esta alegría".
Padre Porras desde Málaga le deseo todo lo mejor del mundo, ud. se lo merece y es una alegría oír sus misas, cuando vuelva lo visitaré en la Parroquia Caridad del Cobre . Soy Miren Teresa Solabarrieta de Zambrana 🙏
ResponderBorrarVía WhatsApp: "Que bello tu relato Maucha. En esa iglesia nos casamos Jorge y yo en 1980 cuando todavía era una capillita tipo Viposa. Yo vivía en la California pero Jorge nació en Cuba y para nosotros era muy importante celebrarlo en la Iglesia de la Caridad del Cobre. El padre Jorge Cuenca que era el Párroco en esa época nos dijo que esa era la iglesia de todos los cubanos y nos abrió sus puertas para que nos casáramos ahí. Allí también bautizamos a nuestros dos hijos pero ya en ese entonces era una iglesia preciosa.
ResponderBorrarUn beso grande, te felicito por todo lo que haces y que sigan los éxitos!"
Extraordinario y muy exacto en la liturgia específica de toma de posesión del muy querido Padre Porras en la que nuevamente actúa como párroco de la comunidad de Santa Paula. Un abrazote cariñoso Querida Maucha!
ResponderBorrarExcelente elección la del Padre Porras colocar en manos de la Sra. Mucha el relato de su toma de posesión. Estoy segura que cada uno de los lectores se sintió presente en la misma. ¡Dios les bendiga!
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