¡FELIZ Y BENDECIDO PRIMER DOMINGO DE 2024!
Día siguiente de la fiesta de la Epifanía... Víspera de mi cumple 66, del segundo aniversario de MAB Relatos y del segundo mes de Seis gotas para el océano.
Hace
mucho tiempo que vengo dándole vueltas a escribir sobre la Eucaristía, pero no me
decidía porque no sabía por dónde comenzar. Papá Dios, como siempre, me va
dejando luces en el camino, para que llegue exactamente, dónde Él quiere que llegue. Y estoy feliz de iniciar el año con este tema, que se llevará, sin duda, varios capítulos.
La
primera lucecita que recibí fue una amiga que me preguntó por qué no escribía sobre el
comportamiento y el respeto de las personas en la misa. No puedo negar que es
un tema que siempre me ha inquietado, y cuando estoy en modo medio intolerante, que
creo que me las sé todas, me desespero con las cosas tan horribles que veo,
pero cuando aterrizo de ese estado temporal y sin sentido, caigo en cuenta de
que es simple ignorancia, y ¿quién soy yo para juzgar esa ignorancia?
Pretender
dar una clase magistral sobre lo que se debe o no se debe hacer en la misa, es totalmente
inapropiado, si no se muestra antes, al menos un poquito de lo que es la misa, su
origen, propósito, significado y consecuencias, y eso es lo que intentaré hacer a partir de
hoy. Aunque parezca aburrido, créanme que puede resultar muy interesante, ayudarnos a despejar dudas, enseñarnos cosas que no sabemos y también, llevarnos
por el camino correcto. Y ya sé que la palabra “correcto”, en este contexto,
podría sonar subjetiva y hasta ambigua, pero quien me conoce, también conoce mi
orientación, mis creencias y sabe a qué me refiero. Lo menos que quiero, es
generar polémica, por el contrario, siempre hay una intención evangelizadora,
visible o escondida, pero presente.
Me
animé a escribir, aunque seguía sin saber por dónde empezar. De pronto, otra luz…
encontré un trabajo de la Escuela de la Fe sobre la Eucaristía, calificado con
20 puntos, modestia aparte, presentado en “Liturgia y Sacramentos”, materia que
cursé en el 2003 con mi querida Argentina Sandia, como instructora. El trabajo
llevaba una nota de su puño y letra (preciosa, por cierto), en la que me
felicitaba por mi trabajo tan bien presentado y documentado y reconozco que me
emocionó mucho porque, al final decía: “pero, sobre todo, en donde dejas traslucir
tu gran amor por la Eucaristía”. Que compromiso tan grande sentí con Papá Dios cuando me di cuenta de que, por
momentos, y hasta por temporadas, ese gran amor decae, se afloja, pierde
fuerzas… debilidades propias del ser humano, en las que absurdamente caemos, aun
teniendo conciencia de cuánto nos ama Dios y de lo que significa la Sagrada
Eucaristía, pero bueno… así somos. Y Él nos ama tanto, tanto, que nos va
dejando señales para que no olvidemos nunca, que ahí sigue, con nosotros, a
nuestro lado, a pesar de todas esas debilidades. A mí, en esta oportunidad en
particular, me dijo: pórtate bien, retoma y escribe sobre este tema
que te estoy recordando a cada paso.
La
primera vez que entré a esa capilla tan acogedora, con el Santísimo siempre
presente, enseguida me vino la idea de programar visitas guiadas, con cada
salón, para enseñarlos a hablar con Jesús amigo. Y eso, exactamente, es lo que
he hecho, desde preescolar hasta 6° grado… No tengo palabras para describir esos momentos, la ternura, la pureza
y la piedad de esos chamos, sus preguntas, sus ojitos cerrados ¡Demasiado
bellos! Las fotos lo dicen casi todo, pero por razones obvias no puedo
compartirlas. ¡Sencillamente sublime! Papá Dios dejando lucecitas que me
recuerdan el tema y me van aclarando cómo plasmar las ideas.
El
Padre Carlos Porras, tomó posesión hace poco, de la parroquia de La Caridad del
Cobre en Santa Paula y me pidió que escribiera sobre la celebración ¡Menuda
responsabilidad!, pero resulta que, desglosar cada momento de esa misa, fue la
mejor ayuda para conocer y entender, algunas cosas que no conocía o no entendía
y para aprender a explicar otras que conocía, pero no sabía cómo explicar.
Perdón por el trabalenguas, pero así fue, tal cual… Más lucecitas en el camino.
Luego
coordiné un retiro de Adviento con los docentes del colegio parroquial, en el que,
el padre Danny Medina, cerró el retiro con una exposición al Santísimo muy
hermosa, sentida y sublime, que me llegó al alma y me conectó con Papá Dios de
una forma inexplicable … Una extensión de luces para el arbolito.
No
me estoy desviando, todo lo que he contado son flashes de Eucaristía en mi
camino. Y como aquí hay tanta tela que cortar, habrá que fraccionar. Será una serie, de la que aún desconozco el número de capítulos… Así que, como vaya viniendo, vamos viendo.
No
podemos hablar de la Santa Misa, sin ir al origen, a la fuente, por lo que, sin
exceso de detalles, intentaré llegar al punto clave que conecta, por decirlo de
alguna manera práctica, la Primera Pascua judía con la última Cena de Jesús.
Dos de los más simbólicos e importantes eventos del
Antiguo Testamento, son señales que apuntan directamente a la muerte de Jesús,
uno a través de la señalización del lugar y otro a través de la sincronización
del tiempo, implicando ambos, el sacrificio de corderos. La diferencia de los
anteriores con la crucifixión de Jesús, es que, en este caso, el cordero era Él
mismo, que se ofrecía en sacrificio.
La primera de estas señales, la
encontramos en el libro del Génesis y se refiere al intento de sacrificio de
Isaac, el hijo de Abraham, el cual alude al sacrificio de Jesús a través del lugar. Esto ocurrió en el Monte
Moriah, exactamente el mismo lugar donde Jesús fue sacrificado mucho después.
De acuerdo con la Biblia, 500 años
aproximadamente, luego de la muerte de Abraham (alrededor de 1500 a.C.), sus
descendientes a través de Isaac, se convirtieron en un pueblo numeroso llamados
los israelitas; también por este tiempo fueron convertidos en esclavos en
Egipto. Esto sucedió porque José, bisnieto de Abraham fue vendido como esclavo
a Egipto.
La segunda señal es la Pascua, que apunta a la muerte de
Jesús, pero en este caso, manifestada a través del tiempo, el mismo día del calendario en el que Jesús celebra su
última Cena y es apresado por los soldados.
En los capítulos 11 y 12 del libro del Éxodo, encontramos
que Aaron y Moisés fueron enviados por Dios ante el faraón de Egipto para
pedirle que liberara a los israelitas, a quienes mantenía sometidos como
esclavos. Este, de corazón endurecido, no los escuchó. Envió Dios entonces,
nueve plagas sobre Egipto, pero el faraón seguía sin ablandar su corazón. Por
lo que Dios anunció a Moisés que dejaría caer sobre el faraón y sobre los
egipcios, una plaga más, que no solo los dejaría irse, sino que incluso, los
expulsaría.
Dijo entonces Dios a Moisés y a Aaron que ese mes sería
para ellos el más importante de todos, sería el primer mes del año y les pidió
decir a toda la asamblea de Israel, lo siguiente: “Que el día décimo de este mes prepare cada uno un cordero por familia,
uno por casa” (Ex 12, 3). “Lo guardarán hasta el día catorce de este mes y toda
la comunidad de Israel lo inmolará al atardecer. Luego rociarán con la sangre
el marco de la puerta donde vayan a comerlo. Lo comerán esa noche asado al
fuego, con panes sin levadura y verduras amargas (Ex 12,6-8). “Y lo comerán
así: el cinturón puesto, los pies calzados, el bastón en mano y a toda prisa,
porque es la pascua del Señor. Esa noche pasaré yo por el país de Egipto y
mataré a todos sus primogénitos, tanto de los hombres como de los animales. Así
ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor. La
sangre del Señor servirá de señal en las casas donde estén; al ver yo la
sangre, pasaré de largo y cuando yo castigue a Egipto, la plaga exterminadora
no los alcanzará. Y Este día lo recordarán siempre y lo celebrarán como fiesta
del Señor, institución perpetua para todas las generaciones” (Ex 12, 11-14).
Todo ocurrió tal como dijo el Señor a Moisés. Ese día se celebró la primera pascua judía.
Desde entonces, los judíos celebran cada año la fiesta de la pascua, recordando
lo que hizo por ellos el Señor, el día que los sacó de Egipto, la tierra de
esclavitud.
Y en la
última cena de Jesús, que ocurrió la noche de Pascua, se celebró la primera
misa, en el momento en que Jesús tomó el
pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo; “Tomen y coman todos de él porque este es mi
cuerpo que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Y después de la cena, tomó el cáliz diciendo:
“Tomen y beban todos de él, porque esta
es mi sangre que será derramada por ustedes para el perdón de sus pecados”. Instituyendo
así Jesús, ese mismo día de la cena pascual, en su última Cena (Jueves Santo),
el sacramento de la Eucaristía y el sacramento del Orden Sacerdotal.
Cuando Jesús dice: “Hagan
esto en memoria mía”, es un
mandato dirigido a los apóstoles y a sus sucesores (obispos y sacerdotes) para
que celebren en su nombre, de la misma forma como lo hizo Él ese día. Es por
ello que en cada misa se repite el sacrificio de Jesús, de forma incruenta, es
decir, sin sangre. Es importante aclarar que no se recuerda el sacrificio de
Jesús, sino que se repite en cada misa.
En el momento de la misa denominado Consagración, cuando
el sacerdote eleva la hostia y el cáliz, pronunciando las mismas palabras que
dijo Jesús en la última Cena, realmente, el pan y el vino, se convierten en el
Cuerpo y en la Sangre de Jesús; y a esa conversión de una sustancia a otra, se
le conoce con el nombre de transubstanciación.
Sé perfectamente que, como mortales, terrenales, débiles e
imperfectos, estamos sujetos al entendimiento, a ese ver para creer de Santo
Tomás. Y es comprensible que, un hecho sobrenatural como este, que no vimos de
cerca y que no vivimos la época, genere dudas hasta en el más elevado de los
santos. Pero en eso consiste la fe, en creer lo que no vemos y aceptar lo que
no entendemos. Aunque la fe y la razón no estén peleadas; por el contrario,
siempre una, logra reforzar a la otra; y por ello, es importante saber,
conocer, formarse y tener argumentos, para dar razones que nos permitan
defender nuestra fe. Y el mejor ejemplo de estas dudas, son las que han tenido
sacerdotes que no terminan de creer lo que, verdaderamente ocurre en el altar mientras consagran; pero Dios, en su infinita misericordia, a través de los
milagros eucarísticos, les ha devuelto la fe.
¿Sabes lo que son los milagros eucarísticos? Te recomiendo
buscar cualquiera en internet, puede ser el de Bolsena, Italia, milagro que se
destaca entre otros, cuya historia amo y que ocurrió en un lugar que tuve la bendición
de visitar, hace 21 años, pero que hoy puedo recordar, como si hubiese sido ayer.
Seguiremos muy pronto con este Sacrificio incruento que se repite en cada misa celebrada, en cualquier momento y lugar del mundo.
“El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote". San Francisco de Asís.
Si te gustó, me encantará que lo comentes y lo compartas con quien creas puede disfrutarlo y/o necesitarlo. Si tu comentario aparece anónimo, por favor, si quieres, deja tu nombre al final... amo saber quien me escribe y me permite agradecerlo.
¡Nos vemos pronto, Dios mediante! ¡Feliz semana para todos!
María Eugenia Álvarez Brunicardi (Maucha).
http://648a4cbc3276b.site123.me/ (página actualizada).
Caracas, 7 de enero de 2024
PPD
Nunca deja de asombrarme la forma y manera tan sencilla pero a la vez tan profunda que escribes . Uno queda queriendo más !!!
ResponderBorrarImpresionante y maravilloso primer capítulo, gracias !!! Andy
Bendecido 2024, gracias por compartir tan bello e interesante catequesis a través de esta historia evangelizas como dices en propósito. Este tema me apasiona de una forma indescriptible, para mí la Eucaristía es la fiesta más importante de Jesús, momento sublime que me permite estar en el cielo por un momento, cuando en el colegio en la catequesis con los niños revivimos el acontecimiento de la última cena ha sido maravilloso ver cuánto amor de refleja en los niños, ver su potencial religioso me da fuerzas para seguir viendo con ellos cada momento con el mismo amor, y cuando vamos a la adoración por cursos también como dices es algo tan lleno de amor que no hay palabras que describan tal momento, hay tanto por decir, comparto algo que un día un niño me dijo cuando meditamos el Padre nuestro " danos el pan de cada día" "miss ya se porque Jesús nos dijo eso El sabía que se tendría que ir pero quería que lo recibieramos cada día. Que no nos quedaríamos sin recibirlo a El en el pan de la Eucaristía" niño de 7 años.
ResponderBorrarMuy importante evangelizar sobre cómo vivir la Eucaristía, El valor que tiene para el ser humano, el regalo tan grande de papá Dios, porque si lo entendemos iríamos más de una vez a la .ida o por lo menos todos los días.. porque quien se quite perder tal milagro de amor tan infinito.
Con gratitud y cariño
Maria Eugenia Cañón Pacheco
Mau querida! Que hermoso y aleccionador relato! Una lección necesaria! Estoy contenta de haberlo leído, pues bien conoces mi ignorancia sobre ese tema! Te admitido y te respeto por ser estudiosa de tan importantes contenidos de la Eucaristía!
ResponderBorrarYantany
Desde WhatsApp: "Que belleza, con que sencillez y naturalidad, pero sobre todo profundidad explicas esto. Gracias Mau por compartirlo 🙏🤍
ResponderBorrarManita querida : Interesante como todo lo q escribes. Sobre todo para personas como yo, poco conocedoras de este tema a fondo. Te felicito y me enorgullezco de ser tu hermana.
ResponderBorrarIrene
Recibido por WhatsApp: "Muy interesante y didáctico este relato, desde el punto de vista histórico. Y muy hermoso para los que somos cristianos.
ResponderBorrarGracias 🤩
Mau, realmente superadas mis expectativas!!! Que Dios te siga enviando lucecitas para guiarnos !!!
ResponderBorrarHermosísimo. Doy gracias a Dios por haberte puesto en mi camino, que clase más sublime, realmente quiero repetir la materia, para leer esto una y otra vez. La compartí con las maestras para que la disfruten.
ResponderBorrarPrima querida!! Como siempre tus relatos me dejan con mucha reflexión… pues siento esa suavidad amorosa que, como siempre te he dicho, me recuerdan mucho a mi tío Perucho!!
ResponderBorrarFeliz y bendecido domingo querido grupo; aún con una gran emoción; por este hermoso escrito que acabo de leer y que me parece maravilloso de gran contenido que nos lleva a pensar reflexionar y estoy segura que será de gran impacto por qué nos hará revivir tantas cosas que.... No voy a decir hemos olvidado pero si podría ser hemos dejado de un lado o puesto en segundo plano; dada la vida tan agitada y llena de actividades que vivimos actualmente; que nos hacen olvidarnos y hasta alejarnos un poco de Dios; pero hay ángeles a quien Dios utiliza como instrumentos para acercarnos a el. No dejen de leer este escrito; les aseguro que es maravilloso; no me crean leanlo feliz dia
ResponderBorrarGracias Mau!!!! Excelente
ResponderBorrarComo siempre en espera de las siguientes!!!
Nuestro padre eterno siempre resplandece sobre corazones llenos de amor y humildad, por eso usted posee tan maravilloso don. Mil bendiciones para este año 2024 mi muy apreciada Sra. Maucha
ResponderBorrarGracias por compartirlo…Me encantó leerlo. Me deleité viendo con que facilidad y sencillez vas contando y explicando todo. Gracias,gracias,gracias
ResponderBorrarMau, esta hermoso, claro, sencillo y muy lleno de sabiduría tu relato. Me encantó, me impresiona tu deseo ardiente por crecer y crecer más espiritualmente, tu capacidad para trabajar en ello, y poderlo transmitir a los demás a través de tus libros y reflexiones, felicidades!!!
ResponderBorrarDefinitivamente mientras más das, más recibes y te hace sentir satisfecha y feliz. TQM! Leo.
WOW! ¡Qué bonita forma de narrar! ...y ¡qué necesaria esta formación para todos! Gracias por compartirlo y sobre todo, de esta forma tan bonita :)
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