¡FELIZ DÍA DE LA DIVINA MISERICORDIA!
¡Bienvenidos a mi relato N° 35!
Este año no escribí en caliente, a medida que iba viviendo cada celebración, como hice el año pasado, y la verdad es que luego de varios días, ya no logro retener igual que antes todo lo que quisiera. Sin embargo, fue tanto y tan bello todo, que alcanza para compartir algunas pinceladas de lo que recibí durante estos días.
Quiero comenzar recordando un denominador común que me encantó de la Semana Santa en mi parroquia, Santo Tomás Apóstol. Desde el Domingo de Ramos, todas las celebraciones iniciaron con la entrada en procesión del párroco, precedido por el diácono y los monaguillos, portando uno de ellos la cruz procesional y otro el turífero, partiendo siempre desde una puerta posterior del templo hasta llegar el altar, lo que proporcionó majestuosidad a cada uno de los eventos. La alegre, aunque escandalosa compañía de las guacamayas, también fue factor común en todas las celebraciones de esta grandiosa Semana Mayor.
El miércoles Santo vivimos una bellísima misa a las 6:00 pm, en la que el padre Porras, con su don de palabra y extraordinaria capacidad de síntesis, sin decir de más ni de menos, narró en su homilía, la hermosa tradición caraqueña del Nazareno de San Pablo.
En la misa del Jueves Santo, el párroco dedicó su magistral homilía a expresar la grandeza de que Cristo haya querido quedarse entre nosotros en las Hostias consagradas, recordando el significado de esa misa, en la que agradecemos la institución de la Eucaristía, porque esa cena de Pascua, la última Cena de Jesús con sus apóstoles, fue la primera misa que se celebró. Comentó el padre, cuál sería la sorpresa de sus discípulos cuando vieron que no había cordero para la cena, que era lo que solían comer, porque el cordero era Él, que sería sacrificado al día siguiente, y por ello, sin más, partió pan sin levadura y lo dio a sus discípulos diciendo: “Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por ustedes” y tomando la copa con vino, dio gracias y dijo: “Tomen y beban todos de él, porque esta es mi Sangre que será derramada por ustedes para remisión de los pecados”. Nos ilustró seguidamente con una detallada y sentida mención a la institución del Orden Sacerdotal y se refirió enfático, a la elección completamente libre de ser sacerdote, que una vez asumida, implica entrega y responsabilidad absolutas.
Como cada jueves Santo, el padre procedió a lavar los pies de doce fieles de la parroquia, reviviendo lo que hizo Jesús con sus apóstoles, recordando la negativa de Pedro y la respuesta de Jesús, que hizo cambiar de opinión a Pedro.
Entre los municipios Baruta y El Hatillo, el Viernes Santo, visitamos siete templos, en los que no pude menos que apreciar y agradecer el amor y la dedicación en su elaboración, como consecuencia de la auténtica razón de la tradición. Muy bonitos todos. Los fieles, con respeto y fervor, viviendo su momento. Menciono a continuación los templos que visité:
1.
Santo Tomás Apóstol en La Trinidad**.
2.
La Anunciación del Señor en La
Boyera.
3.
Madre María del Redentor en Los
Naranjos.
4.
La Transfiguración del Señor en El
Cafetal.
5.
La Caridad del Cobre en Santa Paula.
6.
San Luis Gonzaga en Chuao.
7.
Sagrada Familia de Nazaret. La
Tahona.
«En nuestro monumento vemos que Jesús sangra, porque carga
con nuestras culpas en la cruz, pero no solo hace 2000 años… Jesús sangra hoy,
por los pecados que la humanidad comete a diario… por los nacidos, a través del
aborto cada vez más legalizado… por la abominable pederastia… por la ideología
de género, que abre cada día un poquito más el abanico de posibilidades contra
natura… por el peso del tener sobre el ser… Jesús sangra por los antivalores
que van deteriorando de tal forma la auténtica familia, que quieren hacerla
desaparecer en su genuina concepción, como núcleo fundamental de la sociedad.
Jesús nos invita hoy, para que, de rodillas sobre el
reclinatorio, vivamos el inicio de un cambio, de una transformación, nos invita
a retomar el camino… y con la estola blanca, nos anima a acudir a la confesión,
a vivir el arrepentimiento y a alcanzar una sincera conversión de corazón».
El viernes en la tarde, el único día del año en el que no se celebra misa, asistimos nuevamente a la Iglesia Santo Tomás Apóstol, a los oficios de la muerte del Señor. En un momento muy significativo al inicio de la celebración, sacerdote y diácono, permanecen postrados, rostro en tierra frente al altar. Continua la celebración con las lecturas de la Pasión, por varios lectores de la comunidad.
El párroco, una vez vez más, diáfano y claro, con maravillosa sencillez, dedicó sus palabras a la Cruz. Recordó su catequesis de Primera Comunión, cuando se aprendía el catecismo de memoria, haciendo mención a las dos primeras preguntas, la primera ¿Cuál es la señal de los cristianos? cuya respuesta es la Santa Cruz y la segunda ¿Por qué la Santa Cruz es la señal de los cristianos? Porque en ella murió Jesucristo. Recordó que la Cruz significa salvación, liberación. Hizo mención a su significado religioso, popular y cómo está siempre presente en nuestras vidas, colgando en el pecho, como signo de protección, con el gesto de santiguarse de muchas personas al pasar frente a una iglesia, o los peloteros, antes de comenzar un juego, como petición de protección o como muestra de gratitud. Enfatizó que la cruz nos acompaña en todos los sacramentos y en nuestra partida de este mundo. Nos pidió a los fieles no olvidar que para seguir a Jesucristo, como Él mismo nos hizo saber, debemos tomar nuestra cruz de cada día y seguirle, abrazándola, siempre unidos a Él. También mencionó las palabras de Jesús, con las que nos recuerda, que con Él, la carga será ligera y el yugo será llevadero. Jesucristo muere, pero resucita para llevarnos a la eternidad. Cerró el padre afirmando que lo que conmemoramos ese día, tiene su sentido pleno en lo que celebramos al día siguiente.
Como cada Viernes Santo, es extraño y triste ver el Sagrario abierto y vacío, visible recordatorio de cuan vacía es la vida sin Jesús.
Te miro a los ojos
y entre tanto llanto,
parece mentira
que te hayan clavado.
Que seas el pequeño
al que he acunado,
y que se dormía
tan pronto en mis brazos,
el que se reía
al mirar el cielo
y cuando rezaba
se ponía serio.
Sobre este madero
veo aquel pequeño
que entre los doctores
hablaba en el templo,
que cuando pregunté,
respondió con calma
que de los asuntos
de Dios, se encargaba.
A la salida, el párroco y el diácono se ubicaron cada uno en una puerta, con un Cristo crucificado, para que los fieles, a medida que íbamos saliendo lo pudiéramos tocar o hacerle una reverencia.
El Sábado de Gloria, vivimos la bellísima Vigilia Pascual en la Iglesia La Sagrada Familia y San Josemaría, de La Tahona, desde las 8:00 hasta las 10:00 p. m. Misa solemne de la celebración más importante de la Iglesia católica, el sentido y razón de nuestra fe: la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo… Rituales como la bendición del fuego, el encendido del Cirio Pascual y de las velas de los feligreses y las nueve lecturas bíblicas, tomadas de Antiguo y Nuevo Testamento. El Bautismo y Confirmación de un adulto, acompañado de su padrino y su hija, fue un momento muy emotivo. La bendición del agua, muy alegre y significativo… el párroco, que suele ser bastante serio, sonreía contento, mientras recorría los pasillos de la Iglesia, junto a otros sacerdotes, rociando a los fieles con agua bendita. Les parecerá raro que mencione este momento en particular, pero para mi tiene un sentido muy especial, amo recibir esas gotas de agua sobre mi cabeza y sobre mi ropa, me recuerda lo bendecida que soy y aumenta mis razones para agradecer.
Compartir una misa tan especial con nuestros queridos amigos, Jesús y Leo Cardier, fue un regalazo de Papá Dios. Todo perfecto, majestuoso, digno de Nuestro Señor. No por ello, dejé de extrañar a mi parroquia y a mi párroco, que celebró ese día, en el horario propio de una Vigilia Pascual, 11:00 p. m a 1:00 a. m, digamos que tardecito para nosotros.
¡Bella devoción, razón de nuestra fe! Les deseo a todos un maravilloso renacimiento en Cristo resucitado.
💗💙💚💛💜💝💗💙💚💛💜
No veo la miseria que hay sino la belleza que aún queda. Ana Frank.
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Nos vemos en quince,
Dios mediante.
María Eugenia Álvarez Brunicardi (Mau)
Caracas, 16 de
abril de 2023
Mi Maucha querida!! Tu escrito tan completo! Tan bien relatado y tan representativo de la devoción Cristiana, debería ser leído por todo el mundo!! Te admiro por ser como eres!! Dios te bendiga!!
ResponderBorrarQue lindo tu relato Mau. Me encanta leerte, me parece escucharte. Hoy celebramos la Misericordia de Jesús, cuanta falta hace en el mundo.... Jesús en Ti confío
ResponderBorrarUn besito
Betsy
Jesús ha resucitado! Dios es un Dios de milagros y el mayor milagro que nos dio es la vida. Bendito Dios y su misericordia que nos perdona y alienta siempre. Gracias Maucha por este lindo escrito. Gloria Cristina
ResponderBorrarBendiciones para ustedes, excelente relato, muchas emociones comparto y vivo los momentos en mi país cuando visitaba los templos, añoro esos recuerdos. Un abrazo grande desde la distancia.
ResponderBorrarRecibido por whatsapp: "Que manera de hacerme vivir la Semana Santa de nuestro país!!!!
ResponderBorrarQue maravilla de relato, más que felicitarte te agradezco este regalo y además como hablas de las virtudes de mi querido Carlos Porras. Te quiero montones mi comadre . Nunca dejes de escribir tus relatos son alimentos para el alma. Dios te bendiga siempre".
Mi queridisima Mau, me hiciste revivir la Senana Mayor de una forma tan sensible y pedagógica con toodos los detalles finamente explicados . Gracias por toodo lo que nos das y ansiosos esperamos el próximo relato … te admiro, sigue adelante y Dios te bendiga siemore!
ResponderBorrarExtraordinario relato de las distintas ceremonias de la Semana Santa. La iglesia de la que somos un grano de mostaza, nos ofrece experiencias de su profundo espíritu y divinidad. Este año el Papa Francisco, en la Vigilia nos ofreció una meditación que nos recuerda que siempre junto a Cristo podemos lograr cambiar el rumbo y dejar las tumbas de nuestras desilusiones o suftimientosy volver a Galilea para experimentar aquellas experiencias en las que tuvimos nuestra primera oportunidad de sentir su llamado. Allí recordé ese momento en mi vida y a partir de ese momento, continué encontrando nuevos instantes donde su divinidad me ha transformado, y que aún enfriando me, Jesús, ese mismo de Galilea ha estado y me ama siempre. Gracias Mau por hacer esta publicación, para volver a re vivirlo.
ResponderBorrarHermoso y significativo relato que nos recuerda paso a paso la Semana Santa ,con cuánta majestuosidad narras cada episodio de la Semana más trascendental de los católicos quienes años tras años revivimos la pasión ,muerte y resurrección del hijo de Dios.
ResponderBorrarGracias por tanto querida Mau ,síguenos regalando tus bellos relatos .
Felicitaciones por tu capacidad narrativa ,se te quiere un montón!!!
Recibido por whatsapp: "Lo recorrí todo con ustedes, y me encantó, eso estuvo, bellisimo, gracias por disfrutar de todo lo que compartes🙏🙏🙏"
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