¡Feliz y bendecido domingo, día de la madre en Venezuela!
¡Feliz día a todas las mamás, venezolanas o no, en el lugar del mundo donde se encuentren!
El óleo sobre lienzo “La Inmaculada Concepción”,
pintado por el sevillano, Bartolomé Esteban Murillo, de la colección del Museo
del Prado, en Madrid, es la imagen
sublime y espectacular que abre esta publicación.
“Figura de medio cuerpo; delante, el creciente de la luna y a los lados, seis serafines. Los colores de la túnica y el manto, el pelo suelto, las manos entrecruzadas sobre el pecho y la mirada elevada y devota nos indican que estamos en presencia de la Virgen, y la luna creciente nos asegura que estamos ante la Inmaculada Concepción, que en las versiones de cuerpo entero se representa siempre a sus pies”. Texto tomado de la pág. del Museo del Prado.
Desde hace algunos días, he tenido la ilusión de investigar y escribir sobre los dogmas marianos. La Inmaculada Concepción es el primero de ellos, por lo que este cuadro, era la mejor presentación para esta publicación. Y… ¿qué son dogmas marianos?
El diccionario de la Real Academia, mi amigo fiel y confiable dice que, dogma es un conjunto de creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de cualquier religión.
No hablaré desde cualquier religión, lo haré desde la mía, la religión católica. Consultando y apoyándome en fuentes confiables, muy bien documentadas, como las páginas de Aciprensa, Catholic.net, Opus Dei y EWTN, hoy les presento, material interesante, que todo católico debería conocer.
“Un
dogma es una verdad de fe absoluta, definitiva, infalible, irrevocable e
incuestionable, revelada por Dios a través de la Biblia o la Sagrada Tradición.
Luego de ser proclamado no se puede derogar o negar, ni por el Papa ni por
decisión conciliar”.
Para que una verdad se torne en dogma, es necesario
que sea propuesta de manera directa por la Iglesia Católica a los fieles como
parte de su fe y de su doctrina, a través de una definición
solemne e infalible por el Supremo Magisterio de la Iglesia.
Los dogmas más importantes se refieren a Dios, Jesucristo, la Virgen María, el Papa y la Iglesia, la creación del mundo, los sacramentos, y todo lo relacionado al final de la existencia humana y el juicio final.
Se les llama "marianos" a los dogmas que se refieren a la Virgen María, y la Iglesia Católica los celebra cada año como Solemnidades, la máxima categoría litúrgica, e indica que los católicos deben participar de la Eucaristía esos días (días de precepto). Los dogmas marianos son cuatro. A saber:
LA INMACULADA CONCEPCIÓN
El dogma de fe de la Inmaculada Concepción nos revela que, por
la gracia de Dios, la Virgen María fue preservada del pecado desde el momento
de su concepción; es decir, desde el instante en que María comenzó la vida
humana.
La Virgen María es Inmaculada gracias
a Cristo su hijo, pues como Jesús iba a nacer de su seno, Dios la hizo
Inmaculada para que tenga un vientre puro donde encarnarse. Ella nunca se inclinó ante las
concupiscencias y su grandeza demuestra que como ser humano era libre, pero
nunca ofendió a Dios, y así, no perdió la enorme gracia que Él le otorgó.
Este dogma fue proclamado el 8 de diciembre de 1854, por el Papa Pío IX. Cada 8 de diciembre la Iglesia C atólica celebra el día de la Inmaculada Concepción.
LA MATERNIDAD DIVINA
Este dogma es el
fundamento del culto mariano y señala que la
Virgen María es verdadera Madre de Dios. Como Jesús es hombre y Dios al
mismo tiempo; es decir, una persona que integra estas dos naturalezas, y la
Virgen María es la madre de Jesús en su integridad, entonces, ella es la Madre
de Dios.
El Catecismo de la Iglesia Católica, en su párrafo 509, nos enseña: “María es verdaderamente 'Madre de Dios' porque es la madre del Hijo eterno de Dios hecho hombre, que es Dios mismo”. La solemnidad de María, Madre de Dios, se celebra cada 1° de enero en su honor.
LA PERPETUA VIRGINIDAD
El dogma de la
Perpetua Virginidad es el más antiguo de los cuatro y señala que María fue Virgen antes, durante y
perpetuamente después del parto de Jesús, y fue mantenida así por Dios hasta su
gloriosa Asunción al cielo. María "es la Virgen que concebirá y dará a
luz un Hijo cuyo nombre será Emanuel", señala la Biblia y el Concilio
Vaticano II.
En el concilio de Constantinopla (año
553) le otorgó a María el título de "Virgen perpetua" (aeiparthenos).
Santo Tomás de Aquino también enseñó
esta doctrina (Summa theologiae III.28.2), que ya era un
dogma desde el cristianismo primitivo, habiendo sido declarada por notables
escritores como San Justino Mártir y Orígenes. El Papa Pablo IV lo reconfirmó
en el Cum Quorundam el 7 de agosto de 1555, en el Concilio de
Trento.
De los cuatro dogmas de la Virgen María, este era el único que no tenía una fiesta propia. El 18 de diciembre de 2013, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos concedió al Hogar de la Madre, como asociación pública internacional de fieles, el privilegio de poder celebrar la Solemnidad de Santa María siempre Virgen. El 2 de julio de 2014 se celebró esta solemnidad por primera vez en la historia de la Iglesia.
LA ASUNCIÓN
La
Asunción es la celebración de cuando el cuerpo y alma de la Virgen María fueron
glorificados y llevados al Cielo al término de su vida terrenal.
Esto quiere decir que, por un
privilegio especial de Dios, María no experimentó la corrupción de su cuerpo y
fue asunta al cielo, donde reina viva y gloriosa, junto a Jesús. No debe ser confundido con la Ascensión,
la cual se refiere a Jesucristo.
En el año 1950, el Papa Pio XII proclamó solemnemente el dogma de la
Asunción de María. La Iglesia católica
celebra esta fiesta, el 15 de agosto.
Esto estuvo muy serio, académico y dogmático, sin las acostumbradas pinceladas de Mau, porque así es, cada cosa en su lugar, al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios. Para algunos será formación religiosa; para otros será cultura general y para muchos, información completamente irrelevante. Para los creyentes, esto son los dogmas, verdades de fe absoluta, sin discusión.
Para mí es maravilloso creer. Me encanta, como católica, poder contar con los dogmas porque, aunque humana y naturalmente, experimentemos dudas de fe, me da una paz increíble confiar en que lo que el Papa, como cabeza de la Iglesia, proclama como dogma, es una inspiración del Espíritu Santo.
Pienso en quienes no creen, no confían, se ríen y hasta se burlan, porque dicen que la iglesia está conformada por hombres pecadores. Me da una tristeza horrible, que casi me roba la paz, pero no por mí, sino por ellos; porque creo que debe ser muy duro vivir en permanente negación y cuestionamiento de todo. Aunque no se equivocan en lo absoluto, en cuanto a que está formada por pecadores, ya que así es real y exactamente, pero la presencia del Espíritu Santo es lo que la hace santa. Si no, no habría durado tanto. La Iglesia ha resistido todo tipo de embates, de errores humanos gravísimos... la inquisición, herejías, cismas, pederastia y pare de contar… Pero aquí sigue, de pie, con cantidad de gente fiel y seguidora de su doctrina, de la doctrina de la Iglesia fundada por Jesucristo, manejada por hombres y santificada por el Espíritu Santo… Aquí sigue, dando vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa y consagrada, así como laicos comprometidos, gente que sigue haciendo el bien y evangelizando, por diferentes medios, simplemente porque Dios así lo quiere y porque quedan personas que aceptan ser sus instrumentos dóciles. Sé que es fácil hacer leña del árbol caído y sacarle punta a los desaciertos, pero cambiando ligeramente la mirada, también es posible el hecho de celebrar y comunicar la belleza que aún queda, dentro de la Iglesia y también fuera de ella.
"No veo la miseria que hay sino la belleza que aún queda". Ana Frank.
¿Y si lo compartes en chats del colegio donde estudiaste, donde estudian tus hijos, en el que trabajas y en otros, católicos o no??? Y así nos ponemos todos en modo "evangelizando ando" ¿Qué tal? ¡Dios te bendiga!
María
Eugenia Álvarez Brunicardi (Mau).
@soymariaealvarezb
- @mabrelatos
Caracas, 12 de mayo de 2024
PPD
Cuánta hermosura compartes hoy comadre querida.
ResponderBorrarEn la Inmaculada Concepción de María, Virgen y madre del don preciado de la vida divina. Es la Concepción, ese instante en el que Dios crea el alma y es infundada en la materia orgánica procedente del Padre Dios y momento inicial de la vida. Dios bendiga tu pluma que vine de la mano del Evangelio de hoy Mc 16, 15. - 20.
Interesante ,no tenía claro lo de los dogmas, gracias por compartir tus relatos ,son fáciles de entender y muy interesante. Felicitaciones.Un fuerte abrazo,agradecida por tus aportes. Saludos Elia Ferreira
BorrarErrata..."tu pluma que viene..."
ResponderBorrarMuy lindo escrito. No conocía sobre los 4 dogmas que se refieren a la Virgen. Gracias Maucha por contarlo de manera tan precisa. 🤩 (Cristy)
ResponderBorrarSin duda evangelizando andas! Siempre ayuda y enriquece reforzar , reflexionar y meditar tantos tesoros de nuestra fe .
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