¡FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO!
Hace como un mes, terminé un
curso de 10 sesiones sobre Tanatología, a través de la Escuela de la fe; dictado
por Marce Meroño, mexicana, maestra en educación familiar, Lic. en relaciones
industriales, tanatóloga, coach, logoterapeuta y experta en intervención en
crisis suicida. @marce_tanatologa. Esta semana lo he recordado mucho y hoy me hace muy feliz contarles un poquito sobre mi experiencia.
Disfruté enormemente el curso,
porque me gustó mucho el contenido y Marce, además de ser una profesional
altamente calificada, es un ser humano lindísimo, es cercana, sensible y se le
da muy bien transmitir sus conocimientos. A pesar de no ser presencial sino por
zoom, la comunicación fluyó divinamente bien entre todo el grupo, que éramos
unas 20 más o menos.
La tanatología es una
disciplina científica que aborda todo lo relacionado con el fenómeno de la
muerte en el ser humano: la pérdida, el sufrimiento psicológico, las relaciones
significativas del enfermo, el dolor físico, las voluntades anticipadas, los
aspectos legales, la observancia del trato humanitario que ha de brindarse al
paciente moribundo y el apoyo en el acompañamiento para él y su cuidador, ya
que la pérdida la sufren ambos. Es el estudio de la vida que incluye a la
muerte. La madre de la Tanatología es la Dra. Elizabeth Kübler Ross, psiquiatra
suiza americana.
El párrafo anterior es una definición
amplia del término Tanatología, tomado textualmente, del material que nos
proporcionó Marce. El curso, fue solo una partecita de lo que abarca esta disciplina. Su nombre me resultó fabuloso: “Sana tus pérdidas y vuelve a sonreír”, porque de eso se trató,
exactamente. Lo que aprendimos, reforzamos o internalizamos a lo largo de estas
sesiones, fue a gestionar los duelos, y a ayudar a otros a lograrlo.
Uno no piensa en las posibles reacciones de las personas y de uno mismo, al
sufrir la pérdida de un ser querido, de una mascota, de vivir una separación traumática, de
emigrar, de muchas situaciones que implican trauma o dolor, que en
algunos casos podemos considerar irrelevantes, pero que cada quien las sufre,
según las características que envuelven ese duelo, según la actitud que se tenga frente
a la vida, según la profundidad del amor que haya inmersa en esa pérdida… Va a
depender de muchísimos factores. Y cómo cada caso es diferente, cada proceso de
sanación, también lo es, lo que, de ninguna manera, lo hace imposible.
A Marce le toca trabajar o
acompañar a personas no creyentes o de otras religiones. Como ella es católica
y nuestro grupo estaba formado por católicas practicantes, ella solía hacer referencia, sin profundizar, a lo valioso de la fe, en situaciones de este tipo. No
obstante, surgió el planteamiento, por las características de nuestro grupo, de que este curso
podría haber sido o un próximo curso debería ser, con base en la fe que tenemos
y profesamos, mostrando cómo la confianza en Dios nos ayuda a sobrellevar
cualquier dolor. No estoy en desacuerdo con ello, en lo absoluto, porque todo
lo que ayude a aumentar nuestra fe, siempre será una bendición. Sin embargo,
creo que justamente, las herramientas que nos proporcionó este curso, fuera de
nuestras creencias religiosas, son de un valor incalculable, porque cuando una
persona que no cree, está en duelo, igual necesita la ayuda, la atención, el
apoyo, y no sabemos en qué momento nos encontramos en el caso de tener que auxiliar
a alguien en esa situación. Y no va a ser siempre nuestra fe, nuestra
convicción de que vamos a ir al cielo, de que la eternidad sí existe, lo que
humanamente nos permita ayudar a alguien que no cree. Puede ayudar mucho, sin duda, pero hace
falta manejar otros conocimientos, contar con otras herramientas.
Otro punto, es que los
católicos practicantes también podemos experimentar terribles crisis de fe, en
momentos difíciles. A esas personas, tal vez es más fácil ayudarlas porque han
creído o creen, pero están dudando; sin embargo, no sabemos cómo pueden ser sus
reacciones exteriores en una situación extrema. Físicamente se pueden sufrir
trastornos de conducta severos al momento de recibir una mala noticia… no solo
llorar y maldecir, también se puede gritar, lanzar cosas y hasta golpear a la
persona que se tenga al frente, si esta no es de mucha confianza e intenta ayudar abrazando
o tocando. En fin, es importante entender que el comportamiento puede ser muy
variable y no necesariamente es consecuencia de una falta de fe, es simplemente
una condición humana, una reacción normal, involuntaria. De allí la importancia de contar con herramientas que nos
ayuden a gestionar situaciones de este tipo, con nosotros mismos y para ayudar
a otros.
Nos explicó Marce, entre muchas otras cosas, la
importancia de que las personas que están pasando por un duelo, más que
obligarlas a comer, hay que tratar de que tomen mucho líquido, porque la
cantidad de lágrimas que se derraman, puede deshidratar muy fácilmente.
Durante las sesiones hubo
testimonios y aportes muy valiosos, como el de la misma Marce que perdió un
bebé. De una persona que ha sufrido pérdidas muy cercanas y recientes. De
otra que ha sufrido cáncer, una mujer muy positiva, súper alegre, que se ha
recuperado, le ha vuelto a aparecer y cómo vive preparada y preparando a los
suyos. El caso de una persona que cayó en coma y sintió su alma desprenderse y
regresar, viviendo una experiencia hermosa. Aportes de una filósofa, de una
neonatóloga y más. Fue, realmente, muy enriquecedor.
Hablamos por supuesto de
nuestra propia muerte y de tener una filosofía de muerte. Esto último me
resultaba un sinsentido total. Pero la verdad es que, logré tal claridad, me dejó y
me quedó tanto de este curso que, en muy pocas palabras, es justamente, esa
belleza la que quiero comunicar hoy.
Tener una filosofía de muerte
es la prolongación de una filosofía de vida, que no es más que los valores, las
creencias, las costumbres, los apegos que tenemos y experimentamos. En la
medida en que estos sean sanos, buenos, nobles y positivos, así será nuestra
filosofía de muerte.
En mi caso, por ejemplo, yo
creo en la vida eterna, yo espero y aspiro ir al cielo. Creo que no será por mis
méritos propios, sino porque Dios me ama y confío en su infinita misericordia,
pero también creo que debo intentar ponerle muchos sellitos al pasaporte, para
facilitar mi entrada. Y ahí es donde entiendo la importancia de la gratitud con Dios, con la vida y con
las personas que tienen gestos, detalles o hacen con cariño lo que les corresponde
hacer. Entiendo el pedir perdón a Dios y a quienes haya podido ofender; y también el perdonar a quien me haya ofendido
y a mí misma, por cualquier cosa de la que pueda sentirme culpable. Entiendo el
pedir ayuda a Dios para que aumente
mi fe, para que me ayude a ser mejor persona, para que sea capaz de agradecer,
de perdonar, de pedir perdón, para que pueda superarme cada día.
Aprendí una frase con la que titulé este artículo, que cuando se la oí a Marce por primera vez, me pareció durísima, pero una vez que entendí su verdadero significado, me enamoré de ella y quisiera hacerla viral, pero no superficialmente, sino para que se internalizara en cada corazón humano: “Vivir despedidos”, que no es más que, no dejar de dar un abrazo, no dejar de decir un te quiero, no posponer una llamada, no dejar para después ningún pequeño gesto, arreglar todo lo que haya que arreglar, resolver, corregir, ordenar, perdonar, pedir perdón, decir todo lo bueno que haya en el corazón. “Vivir despedidos” es saber que va a haber un final y que lo más importante es evitar desde hoy, llegar a los… “Si hubiera sabido, hubiera hecho tal o cual cosa”. Pero es que, ¡sí lo sabemos!, lo que no sabemos es cuando, entonces vivir despedidos es amar, dar, servir, donar, perdonar, pedir perdón, es no odiar, es sacar lo malo, es hacer felices a los que me rodean, es DEMOSTRAR LO BUENO QUE SENTIMOS, aunque nos cueste, dejando a un lado o superando los “no sé cómo hacerlo”, “yo soy así”, “nunca me enseñaron”, “así me criaron”, “soy el producto de…” o "es que no puedo perdonar". QUERER ES PODER. Y Vivir despedidos es no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, es simplemente, llenar la maleta de cosas bonitas ¡Llenémosla, pues!
Ver la muerte como parte de la
vida, teniendo una buena filosofía de vida que nos permita tener una buena filosofía de muerte, puede generar la paz mental y espiritual que tal vez nos está faltando. Ahí lo
dejo… Esta que está aquí, cree en el cielo y quiere llegar allá, cuando Papa Dios
así lo disponga,.
"No veo la miseria que hay sino la belleza que
aún queda". Ana Frank.
¿Y
si lo compartes en chats del colegio donde estudiaste, donde estudian tus
hijos, en el que trabajas y en otros, católicos o no??? Y así nos ponemos todos
en modo "evangelizando ando" ¿Qué tal? ¡Dios te bendiga!
María
Eugenia Álvarez Brunicardi (Maucha).
@soymariaealvarezb
- @mabrelatos
Caracas, 19 de mayo de 2024
PPD
Qué frase tan cierta y significativa Vivir Despedidos”
ResponderBorrarMe encantó este relato
Felicitaciones Mauchs
Un tema muy interesante y que nos toca a todos. Gracias Mau. Me gustó muchísimo.
ResponderBorrarMauchita querida: no sé si te he dicho que suelo leer (disfrutar) tus escritos el día domingo. Y aquí estoy disfrutando y aprendiendo con los últimos dos. Cuanto bien estás repartiendo Mauchita!!
ResponderBorrarMau querida! Qué importante tema!! Si bien sabemos que la muerte forma parte segura de la vida, éste es un tema que obviamos, que dejamos para después, hasta que llega el momento de vivirlo, de gestionarlo, con la torpeza e ignorancia que da el dolor y la pena.
ResponderBorrarImagino la maravilla y útil del aprendizaje de cada uno de los contenidos del curso de Tanatologia.
Un gran saludo y feliz domingo!
Yantany
Maucha que hermoso mensaje. No sabes cuanto me ayuda para ayudar a otros.
ResponderBorrarPapá Dios como siempre haciendo de las suyas para enviar maneras de ayudar.
Que belleza, que emocion leer tus palabras.
ResponderBorrarHonro y bendigo haber coincidido en este plano contigo... Mi Alma reconoce tu Alma y mi corazon abraza tu corazon.
Hola Maucha, gracias por compartir este relato con un tema tan importante pero tan difícil de abordar. Me encantó la idea de vivir despedidos y lo trataré de hacer!
ResponderBorrarUn beso grande y feliz domingo 😘😘
Definitivamente eres genial!! Me encantó esta publicación, un regalo indispensable para ver la muerte como parte de un proceso de vida que tiene principio y fin, nos permite prepararnos y a la vez nos abre un espacio de reflexión necesario para crecer y aprender a ser más humanos ,más sensibles , gracias amiga comenzaré a Vivir despedidos con una visión positiva . Saludos Elia Ferreira
ResponderBorrarMis saludos y bendiciones!!
ResponderBorrarTema muy fuerte, real y palpable en nuestro día a día; en nosotros mismos, con la familia, amigos, conocidos o simplemente experiencias ajenas. Un día me comentaron esta frase " los seres humanos somos criados para la vida, no para la muerte, siendo esto último lo más seguro que tenemos al nacer". Dura y cruel realidad, pero esa despedida cuanto nos cuesta y nos aferra a un dolor perpetuo que no nos deja continuar.
Querida Maucha, ahora si tengo un rato llorando de alegría y agradecimiento. Ha sido maravilloso este resumen del taller, pero lo más lindo es como lo transmites tú y si llegué a tocar tu corazón de esta forma y gracias a la Tanatología me siento inmensamente feliz y bendecida. Gracias por esto de todo corazón.
ResponderBorrarMaucha querida como siempre tu relato tan suave y maravilloso!! Vivir y morir así es!! Ojalá lo tomáramos como algo natural!! Solo la fe nos dará esa fuerza!! Abrazos cariñosos Maucha!! 🙏🏼❤️🥰🙌🏼
ResponderBorrarWaooo waoo Maucha impresionante y hermoso tu relato sobre la muerte, me encantó, me gustó demasiado. Esos sellitos que hay que poner al pasaporte, actos de amor cómo gratitud, saber perdonar, pedir ayuda a Dios. Cómo lo dice tu título “vivir despedidos” es demostrar lo bueno que sentimos” Gracias y más gracias!!
ResponderBorrarQue frase tan cierta y significativa: "Vivir despedidos". Me encantó este relato. Felicitaciones Maucha.
ResponderBorrar¡Muy bueno, Maucha!
ResponderBorrar"Vivir despedidos" !Tomo nota para la vida! Un abrazo y que Dios te bendiga!